Suspire cansado de todo.
Podía ver como todos se movían a mí alrededor a una velocidad mayor de la que mi cerebro podía captar, o quizás era mi cerebro el que estaba frito y veía todo pasar demasiado rápido. A estas alturas del día ya no lo sé.
-Kris mueve tu trasero o te quedas abajo- musito Luhan mientras me jalaba de un brazo para despertarme de mi estupor.
-Si- musite mientras era arrastrado por mi compatriota quien parloteaba acerca de un video juego que quería jugar.
El viaje en la camioneta estaba siendo extrañamente largo, podía oír a los chicos discutir acerca de que comeríamos y también acerca de los videos juegos que quería comprar.
Oírlos tan relajados y felices me hacía sentir en paz, lograban hacerme pensar de que quizás esto puede pasar, que quizás la fachada que invente pueda volverse real.
-Fingir es malo- murmuro Kyungsoo detrás de mí haciendo que me volviese a verlo.
-Últimamente mi vida consiste en fingir que estoy bien- respondí pero no hubo ningún tipo de sorpresa en el rostro del menor.
-Lo se hyung- el menor sonrió de manera cálida enfundándome un poco de valor –Es por eso que lo digo, a tu ya sabes quién no le gustaría verte así-
-Que yo sepa ella no es innombrable- solté una risita ante el claro sonrojo del menor –Escuchar su nombre me hace sonreír-
-Lo sé, ahora pareces tu- el menor sonrió mientras que observaba detenidamente por la ventana.
-¿A dónde vamos?- pregunte extrañado mientras que veía como la ciudad se alejaba de nosotros.
-Al campo, tenemos una sesión de fotos- soltó en un suspiro mientras que yo le imitaba.
-Auch!- chillo Kai mientras que veía como la sangre corría de su dedo, el cual se había cortado.
-¿Quién tiene una curita?- chillo Chanyeol mientras que corría por todos lados preguntándole al resto.
-Hyung ¿Tienes una curita?- musito el maknae mientras que se sentaba a mi lado.
-No, ______ es la que se encarga de…- alce la vista y pude ver como once pares de ojos me miraban fijamente.
Vi como las miradas de todos se suavizaron viendo mi rostro, como mis ojos se desenfocaron y como Kyungsoo y Suho se acercaron a mí.
Demonios, ahora no.
Me levante y salí rápidamente de la pequeña casa en la cual pasaríamos la noche.
Me senté en una banca de una plaza que estaba prácticamente abandonada, aunque lo entiendo ¿quién sale a las 2 am a dar un paseo? Un loco o yo.
Me recosté sobre la banca y pase un brazo sobre mis ojos.
-No te preguntare si estás bien porque la respuesta es obvia- oí la voz de Suho y al lado una leve risita que supongo que debe ser Kyungsoo.
-Suho eso no fue gracioso- gruñí mientas intentaba contener con todas mis fuerzas las lágrimas.
-¿Cómo te sientes?- pregunto Kyungsoo mientras pasaba una de sus manos por mi cabello, así como lo hacen las madres con sus hijos cuando los tratan de calmar.
-Siento que he muerto, pero aún sigo respirando- gimotee mientras una lagrima resbalaba por mi mejilla.
-¿Sabías que hay que ser desgraciado para poder apreciar la felicidad?- musito Kyungsoo a mi lado y pude escuchar un claro gemido de dolor del menor.