joder

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Las últimas palabras de Bella retumban en mi cabeza "lo que según usted sé hacer: Prostituirme, adiós " sabía que no me daría tregua, pero es que ni yo mismo me la daría, ¿qué era lo que pensaba? Siempre vivía con el mismo miedo, pensaba que todos eran iguales o que la mayoría de las mujeres eran unas cualquiera como lo fue Tyna.

Salí como alma que lleva el diablo a mi casa, había mandado a Lutier a llevar unos cuantos papeles a mi desagradable hermano. Al llegar a casa fui directo al cuarto de seguridad. Vi todos los vídeos hasta lo de Bella hablando con Eva y Luz se veían felices ¿qué está pasando conmigo? Seguí buscando hasta el día de la fiesta, allí estaba ella en la cocina y llegó mi hermano a besarla. Puedo ver como Bella se niega y el la vuelve a besar pegándola del mesón y allí llego yo. Mas idiota no pude ser, me levanté de la silla. Sí golpeaba a mi hermano de seguro sabría el motivo.

Ahora tendría que buscar el nuevo trabajo de Bella, no podía dejar que hiciera cualquier cosa. Llame a luttier el cual me dijo que estaba llegando. Cuando entro a la casa se quedó parado frente a mí. Ese hombre era el más fiel de todos.

- ¿señor?

- necesito que me ayudes a buscar el lugar donde Bella buscó trabajo, conociéndola debe haber empezado hoy. Para poner esa renuncia.

- ¿quiere que la vigile?

- sí, necesito saber que está bien.

- Como diga.

- gracias.

este salió y yo me fui a mi despacho, era raro tener la casa en tanto silencio. Extrañaba a mi chica, volví a mi habitación. A la mañana siguiente todo fue igual, y a la siguiente. Una semana ya había pasado desde la renuncia de bella. Esa noche Luttier tocó la puerta de mi despacho.

- señor, lo busca la señorita Katty.

- haz la pasar - este asistió - ¿ya sabes donde trabaja Bella?

- sí y no le gustara. De hecho, la señorita Eva lo sabe - Eva ¿por qué estaba en todo?

- ya hablaremos de eso - él se dio media vuelta y buscó a Katty.

- Dios Damon, ¿qué te sucede? - dijo este cuando entro.

- hola Kat ¿a qué se debe tu visita?

- Deja la antipatía. Todos se preguntan porque no has ido a jugar más - mi amiga se sentó con sus largas piernas cruzadas.

- he estado ocupado - esa mujer era sexy - pronto volveré al juego.

- ¿es por ella? - le hable a Katty de Bella una vez mientras tomábamos unas copas, a pesar de nuestro pasado éramos muy buenos amigos.

- algo así.

- vamos Damon, te gusta esa cría, búscala. No todas las mujeres son putas como lo era Tyna. Puedes tener una amiga puta pero esa chica no lo es.

- le dije que era una regalada.

- toda mujer lo es, pero a ella le dolió porque siente algo por ti. Deja a tus demonios descansar un poco como lo he hecho yo, mereces algo mejor, mereces ser feliz. Además, quiero que vuelvas al juego.

- deja de ser la voz de la razón.

- siempre lo seré Smith, aféitate esa barba de días que tienes, buscarla y dale unos azotes acompañados de orgasmos a esa chica.

- eres una maldita pervertida.

- como si tu no lo fueras - la verdad es que ambos los éramos - aún hay mundo que enseñarle a esa niña. - se acercó a mí y se sentó en mis piernas - libera tu tensión, respira y suelta a ese maldito demonio de una vez - ella siempre me calmaba - me tengo que ir, un cliente me espera.

- gracias por venir.

- gracias no - se levantó de mis piernas - me debes dinero, deje un cliente para saber cómo estabas.

- te haré llegar un cheque - ambos reímos.

- cuídate Smith.

- igual linda.

Si querían honestidad o algo parecido nada mejor que estar con Katty, decía lo que sentía y pensaba sin importar nada. Vivía su vida como si el mañana no existiera. Luttier volvió a entrar.

- señor Smith - hice que se sentara - la señorita Adams trabaja en Prada, la tienda de música del joven Dylan el chico que investigamos hace poco - a la mierda ese pendejo.

- que mierda, ¿algo más?

- y de noche trabaja en el bar Sexandlove - ¿qué mierda, eso era peor que un prostíbulo - trabaja de diez a dos, baila tres rutinas y atiende la barra. Al parecer antes trabajaba allí, sus bailes no son desnudos y trabaja de jueves a sábado - me importa si su baile es vestida de monja.

- le haremos una visita a la señorita Adams.

- si señor.

 Ni tan bella Ni tan bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora