Y nos llegó el fin de semana con los nervios de lo que me esperaba, Damon había preparado para mí algo diferente, aunque según él ya lo había vivido. Esta noche, luciría un vestido negro al cuerpo con una apertura en la pierna derecha y un escote pequeño en los senos. Pinté mi cara y dejé mi cabello en una coleta alta. Mis nervios estaban a flor de piel al igual que mi corazón no dejaba de latir con tanta rapidez. Después de tanto tiempo volveríamos a jugar, volveríamos a salir solos como dos enamorados. Las niñas en esta ocasión, se quedarían con mis padres. Con todo el apego que se pudiese sentir, esto era necesario. No podía olvidarme que también Damon necesitaba atención y yo también.
Salimos sin guardaespaldas, en el Tesla nuevo de Damon, fue su auto regalo de navidad y en pocas ocasiones lo utilizaba. Mi esposo lucía un traje azul oscuro que resaltaba sus ojos. Conducía por aquellas calles despacio disfrutando de mi compañía y la música que salía por los altavoces del auto. Su mano se apoyaba de mi pierna haciendo mimos en ella. Se detuvo frente a uno de los restaurantes nuevos, recuerdo que hace poco le comenté sobre su inauguración, pero no recibí respuestas y está noches noté que Damon me escucha aun cuando creo que no. Bajamos del auto y caminamos a la entrada donde un chico nos esperaba para recibir el auto.
Por dentro era un lujoso, dos pisos llenaban el lugar, sus mesas tan delicadas de hierro al mejor estilo francés y unas delicadas flores rojas adornaban el centro de ellas, su segundo piso era totalmente visible ya que un vidrio era su piso. El sonido de una música suave llenaba el lugar, del techo bajaban lámparas largas que iluminaban el lugar. Todo este sitio estaba cargado de lujo, sabía que la cuenta sería tan alta. Un hombre moreno con pinta amigable nos dirigió a nuestra mesa.
- señores Smith, bienvenidos. - me ayudó a sentar - hemos elegido para ustedes un champagne Rose - sirvió nuestras copas cuando vio que la bestia estaba sentado - nuestro chef preparo para ustedes unos aperitivos marítimos - sonrió de manera cortés - en un momento los traeré para ustedes - dejó la botella en la hielera al costado de la mesa.
- esto es fabuloso Damon, es jodidamente costoso - este miró a su alrededor - gracias por traerme.
- es un lugar muy lindo, no es mi tipo. Creo que preferiría visitar un verdadero espacio francés - me miró y bebió de su copa - deberíamos ir a Francia - lo miré confundida - una luna de miel quizás - sonrió.
- ¿Alucinas? - pregunté.
- no, de hecho, he comprado unos boletos para ese viaje, iremos la siguiente semana. Bella no tuvimos tiempo de disfrutar nuestro espacio, has trabajado tanto que merecemos un descanso.
- ¿Las niñas? - levantó su copa para un brindis entre dos.
- estarán bien, ellas tienen su propio viaje ¿Lo recuerdas? - asentí, asumía que era nuestro viaje a Disney.
- salud señora Smith, por esta nueva vida y porque el resto de los que nos queda vivamos felices.
- salud señor Smith, que seamos felices siempre - un choque silencioso de copas y una sonrisa dieron inicio a esta velada.
Los aperitivos llegaron, todo estaba finamente servido, y para qué negarlo también delicioso, cómo plato principal un salmón en
Salsa blanca con espárragos , están realmente alucinante. La comida, el ambiente, su música era otro nivel, las personas estaba sumidas en su propio disfrute.- ¿En qué piensas? – preguntó Damon mientras comía.
- en que nunca hemos salido a bailar - dije en forma de broma.
- ¿Bailar? - su mirada confundida me hizo sonreír - ¿Quieres ir a bailar?
- si ¿Por qué no? Bailar bajo la luna y las estrellas, una canción tontamente romántica mientras reímos como tontos.
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Ni tan bella Ni tan bestia
Romancesexo explicito y mucha diversión. Dos edades distintas, dos caracteres distintos, dos personas distintas y algo en común, el deseo del uno por el otro. El un hombre frío y muy sincero, capaz de hacer que cualquier mujer haga su santa voluntad d, lo...