¿Aceptar o no? ¿Ser o no ser? Si era la puta de mi jefe solo sería sexo, experiencias nuevas. Quería hacerlo, no podía ser hipócrita conmigo misma, me gustaba el sexo con él, aunque solo fueron dos veces. en ese dilema me quedé dormida y cuando desperté eran las diez de la mañana. Después de entrar al baño y ver ropa en el mueble del cuarto y una nota.
Señorita Adams; esta mañana he tenido que salir con urgencia, cenare con usted esta noche. Disfrute la estancia en mi casa que espero también la sienta suya. Le recuerdo las personas que trabajan aquí son eso, trabajadores. No haga el trabajo por ellos, la señora Luz la atenderá en lo que guste. Si quiere salir por alguna razón Donny estará a tu disposición, tal vez no lo conozcas, él es la persona encargada de los empleados además de la señora Luz. Lutier estará conmigo, abajo deje un teléfono que desde ahora es suyo y mi número está registrado. No se preocupe por el pago, como sé que de seguro me haría guerra por eso, se lo he descontado de su paga en dos cuotas.
Me coloqué el pantalón que estaba puesto en el mueble, junto a la camisa y unas zapatillas. Ropa nueva que tengo que pagar porque sí. Me solté el cabello y bajé, la señora Luz estaba sentada en la cocina.
– señorita Bella – la miré y esta se levantó – Bella, ¿quieres algo de comer?
– no, ¿Qué haces?
– estaba limpiando la plata del comedor.
– quiero ayudar.
– no, ya hubo un problema con el señor por eso.
– mire señora Luz, a mí me vale lo que él diga. Yo no soy una niña millonaria ni usted es mi sirviente.
– ay Bella, retas al señor.
– es la verdad – me senté y ella también.
– aquí está el teléfono que llegó para ti – un teléfono LG de un modelo muy avanzando.
– esto es mucho teléfono.
– para Damon nada es mucho – era la primera vez que la escuchaba decir el nombre de mi jefe.
- ¿Cuánto tiempo tienes trabajando para él?
– trece años, lo conocí cuando era joven.
- ¿y sus padres?
– su madre murió y su padre, el señor Smith es un amor. Trabaje primero para él, te sorprenderá que lo llame así, pero soy la única que lo conoce muy bien y el me permite que lo haga – ella acomodaba las cucharillas y yo los cuchillos, mucho lujo.
– le marcare a el señor Smith – tome mi teléfono nuevo y marque el único número que estaba registrado como "jefe" dos veces repico el teléfono para que el contestara - camine hasta la sala.
– buenos días Bella.
– no crees que exageraste con el teléfono, para pagarlo tendré que dejarte mi sueldo dos meses.
– sí, yo estoy bien Bella ¿Cómo amaneces tú? – de verdad me estaba diciendo eso – no exagere en nada, de hecho, lo mande a descontar de tu nomina, lo compraste a la empresa por así decirlo.
– estoy bien, gracias por la ropa. Espero que también me la hayas descontado.
– un regalo Bella, calmate. Entrare a una reunión, te estaré llamando.
– otra cosa, no puedo cumplir tus peticiones. Si quiero ayudar lo hare.
– yo dije que no.
– me dijiste que no soy tu sumisa – sé que su cara era de poco amigo, aunque no la viera
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Ni tan bella Ni tan bestia
Romancesexo explicito y mucha diversión. Dos edades distintas, dos caracteres distintos, dos personas distintas y algo en común, el deseo del uno por el otro. El un hombre frío y muy sincero, capaz de hacer que cualquier mujer haga su santa voluntad d, lo...