Allí estaba yo, acostada al lado de mi bestia, sintiendo que el mundo se me viene abajo, sintiendo un nudo en mi garganta. Ese no era mi Damon, lo veía indefenso, con un vendaje y con una respiración entrecortada, está habitación se había vuelto una sala de hospital, besé su frente y me quedé dormida.
No sabría decir qué hora era cuando escuché la puerta, el cuerpo me pesaba y un dolor de cabeza acaba mi ser. Tenía la esperanza de que todo fuese una mala pesadilla, pero, mis ojos se encontraron a Damon allí, dormido por los sedantes que quizás le dieron, me levanté con sumo cuidado y camine hasta la salida para abrir la puerta. Uno de los hombre de la mañana se encontraba esperando con una bandeja de medicina y una taza de café.
-Señora Smith, tenga – me entrego el café – un poco de cafeína le hará bien, por favor baje a desayunar – sabía que todas esas órdenes las había dejado la bestia.
-Quiero quedarme con él – replique.
-Lo entiendo señora, pero por ahora, necesito atenderlo y usted debe cuidarse.
-¿Cuándo despertara?
--Lo hará pronto, solo queremos que descanse, por suerte no hubo heridas profundas, solo la navaja – mi cuerpo se erizó – estará bien, usted debe cuidarse.
-por favor ¿Me puede llamar cualquier cosa? – este asintió.
Sin decir nada, camine hasta el baño, tome una bolsa de aseo personal y saqué un cepillo y una crema dental, tenía un aspecto horrendo. Quité mi ropa y con el agua fría como estaba, me duché, necesitaba quitarme ese peso. Deje que el agua corriera por mi cuerpo, y acaricie el juego de anillos que se encontraba en mi dedo anular. Quería que todo pasará rápido, me lave el cabello junto al resto de mi cuerpo, salí de la ducha buscando la maleta que noche anterior había usado para cambiarme, aún el vestido de novia de encontraba allí.
Me coloque un jeans corto, una camiseta de tiras y mis tenis. Salí de allí camino a la cocina donde estaba Luz sirviendo café y haciendo un gran desayuno, por el ventanal se veían todos los guardias en el jardín, al verme sonrió.
-Hola cariño ¿Cómo vas? – se acercó a mí con otra taza de café.
-No tan bien ¿Tu? ¿Eva? – negué con la cabeza el café.
-Sigue dormida, el señor Smith descansa y tus padres no han salido de su habitación - ¡Mierda mis padres! Con todo esto se me había olvidado.
--iré a verlos – camine hasta la habitación continua, sin tocar la puerta la abrí, mi madre estaba sentada en el sillón gris y mi padre veía las noticias. ¡Que mierda! ¿Cómo explicar todo esto? – hola – susurré.
--pasa cariño – respondió mi padre, di unos pasos más - ¿Cómo va Damon? – suspiré porque no yo lo sabía.
-bien, creo que todos estamos alterados – mi madre ni nos miraba.
--hija entendemos que Damon sea el amor de tu vida, pero... ¿Esto es lo que quieres? ¿Segura? Estamos preocupados por ti.
--papá Damon nunca me pondría en riesgo, lo que pasó está noche nunca debió suceder, todo es culpa de Daniell su hermano. Papá soy feliz con él, quizás ustedes no lo entiendan y está bien, quizás crean que es una locura. Yo amo a Damon y no por lo que tiene.
--él lo tiene todo, pero tú no Bella. Eres algo que desechará rápido – grito mi madre – un hombre millonario fijándose en ti, hija reacciona.
-mama, todo lo de Damon es mío – dije manteniéndome serena, no quería explotar con ella – Damon dejo casi todo a mi nombre – al escuchar eso, ambos quedaron con la boca abierta – no me interesa nada de eso, lo que siento por él es real y nadie lo cambiará.
--cariño, disculpa a tu madre, todo esto nos tiene confundidos – replicó mi padre.
-lo entiendo, ahora bien. Quiero pedirles un poco de paciencia.
-la tendremos, pero nos queremos ir a nuestra casa, tienes tu vida aquí y no queremos ser parte de esta locura. Pide que nos llevan – respondió mi madre.
--deben esperar a que Damon despierte y sabremos que es conveniente, por ahora por favor siéntanse en su casa.
No quería seguir en esta discusión, así que con toda la Calma salí de la habitación, pase a ver a Eva, la cual dormida junto a su padre, él estaba recuperándose, digamos que no estaba en edad de estas cosas, los guardaespaldas caminaban de aquí para allá y el sol que hace poco brillaba comenzaba a bajar su intensidad. Volví a la habitación de Damon donde seguían los chicos, mi bestia seguía igual, con las venas llenas de vía, con una vendaje y sus ojos cerrados, los chicos al verme guardaron silencio.
-¿Cómo está? – me dirigí a Terry, este me miro he hizo que todos saliera.
--señora Smith, debo cuidar a todos los miembros de la familia como si fuese la mía, por eso le diré algo – miro a Damon – el señor Smith está bien, por ahora solo está descansando, le hemos administrado calmantes y un sedante para que duerma lo suficientemente, era un pequeño truco que usábamos en el ejército para que los soldados se recuperan pronto. Por favor coma algo y descanse, tiene un aspecto preocupante.
-gracias por la información, siento más alivio ahora que sé que está bien – mire a Damon y luego a Terry - ¿Cuánto tiempo estará así?
-le daremos unos tres días así, lo necesitamos mejor que nunca, tenemos unas órdenes que cumplir – por su aspecto y tono de voz, podría jurar que era militar.
--Mi madre quiere irse, no sé qué decir – este me miró con atención.
--su madre no está en el radal de preocupación, pero si sería bueno esperar al señor Smith.
--gracias.
Los días pasaron de la misma manera, mi apetito había desaparecido, Eva ya estaba mejor y el padre de Damon también, pero nadie se atrevía a dar órdenes. Mi aspecto era desagradable pero no quería despegarme de Damon ni un segundo. Habían pasado dos días y medio, era de noche y estaba viendo las noticias al lado de mi Bestia, cuando escuché esa voz que tanto amaba.
-Bella – ese susurro me hizo levantarme de la cama con el corazón acelerado – estás escuchando puras tonterías – sonreí al verlo, sus ojos claros tenían ese brillo que tanto me gustaba.
-¡Bestia! – solté - ¿Estás bien? No lo puedo creer – comencé a dar saltos alrededor de la cama.
-no grites o vendrán los chicos, y necesito estar contigo a solas – me quedé parada junto a él sin dejar de mirarlo – cierra la puerta con seguro – lo mire confundida girándome para hacer lo que me pidió – ven, siéntate – este se inclinó un poco y miro los sueros que colgaban, miro las vías que estaban su brazo y sin ningún tipo de miedo se las quitó, no hubo un solo quejido se su parte.
--¡No! – estaba tan confundida - ¿Por qué lo haces?
--tranquila Bella, esto era un procedimiento que hacíamos en batalla. Aunque no parezca estoy bien – se miró las vendas -te contaré lo que sucedió porque creo que te mereces la verdad. Bella, después que logramos sacarlos de allí eso se volvió un infierno, varias personas murieron tanto de nosotros como de ellos, lo más importante es que el idiota que trato de hacernos algo está muerto, pero Daniell no y me preocupa. Recibí algunos disparos, pero usaba chaleco antibalas, lo que me lastimo fue la pelea con una navaja, en un descuido atravesó un costado, por eso estoy vendado y por los golpes, uno casi parte mis costillas. Luttier fue mi pérdida más grande, necesito que envíes dinero a su familia, sé que te preguntas porque lo hizo. Su hija estaba secuestrada – al escuchar eso quede en blanco ¿Una hija? – habíamos guardado el secreto de su hija, en el momento que se la llevaron, acudió a mí y todo fue planeado, pero por defendernos dio su vida y de ahora en adelante su hija será nuestra responsabilidad – sus ojos se estaban llenando de lágrimas, lágrimas que no sabía se vería otra vez – le prometí que no le faltaría nada y nada le faltará, su madre es una adicta, luego de que salgamos de esto, la buscaremos. Por ahora está en un lugar seguro – quería abrazarlo, sabía que sufría, pero no quería interrumpirlo – Jt, no sé qué se hizo, estaba herido – me miró y pregunto - ¿Mi padre?
--está bien, solo fue el brazo. Eva es la que ha estado más preocupada, la pobre ha estado sedada.
-es lo mejor. ¿Y tú? ¿Cómo has estado? – se inclinó para tomar mi mano y un gesto de dolor lo sobre saltó.
-ahora estoy bien, ahora que te veo y te siento – bese su mano izquierda que sostenía la mía.
-Siento todo lo que pasó Bella, no quería que tu boda fuera un desastre.
-Damon, lo único que me interesa es tenerte conmigo – comencé a llorar.
-no llores, estamos bien. Ahora solo debemos conseguir a Daniell y todo acabará, no hay nadie más buscándonos.
-mis padres, ellos se quieren ir. Mi madre está alterada, no tengo respuesta para ellos.
--ya se las daré, ubicare a varios hombres para que los cuiden. Pero tú y Eva no deben salir de aquí, por ahora todo lo manejaremos aquí. ¿De acuerdo?
-sí, de acuerdo.
-bien, ahora déjame besarte – lo mire sorprendía – estoy bien Bella, se levantó un poco de la cama y me acerco a el – necesito besarte y saber que estás aquí conmigo – me acerque y lo bese – lo único que se me cruzo por la mente fuiste tú, no quería dejarte sola, eres lo más grande que tengo en mi vida, cambiaste todo de mí. Te amo – quería comérmelo – lo besé con tanta intensidad, sus manos me apretaron y sabía lo que él quería, un gemido salió de mi boca – te veías tan radiante con tu vestido, moría de ganas de quitártelo, después que todo pasé te lo tendrás que poner.
-También te amo – lo volví a besar – cuando vi en las noticias que habían muerto, sentí el mundo acabarse – comencé a llorar – te extrañe tanto.
Comenzamos a besarnos, era tan delicioso tenerlo aquí, sentía las contracciones en mi vagina y aun sabiendo todo lo que pasa lo deseaba, ignore su dolor, ignore el que todos estuvieran allí preocupado, ignore que no podíamos salir de esta casa. Esta vez solo escuchaba a mi cuerpo y sabía que Damon también lo hacía. Nos besamos, nos necesitábamos. Las manos de Damon apretaban mis nalgas, se levantó de la cama por completo y me abrazo a él, aún con golpes y vendaje era más grande que yo, más fuerte. Estábamos en el momento más excitante del día cuando la puerta sonó, era Terry.
--señora Smith, es hora de la medicina del señor – Damon me miro y sonrió.
--después tú y yo terminaremos esto – susurró – abre la puerta – me giré tomando aire, mientras él se acostaba nuevamente.
-buenos días Terry – dije al abrir la puerta.
-señora Smith – dijo entrando, al ver a Damon despierto se sorprendió – señor Smith.
-hola Terry, no me suministres más sedante. Necesito ya estar consciente del todo.
-si señor – este se acercó a Damon y le entrego una pastilla y acercó el agua que estaba en la mesilla.
-Comeré un poco y luego nos reuniremos todos en el salón, por favor ponlos a todos al tanto.
--sí señor.
Salí corriendo a la cocina en busca de un poco de Comida para Damon, cada quien estaba en su habitación, llene un plato con sopa y otro con panecillo, jamón, queso, algunas frutas y volví a la habitación. Volví a la habitación y me senté en la cama con él, quería mimarlo así que comencé a darle la comida, su sonrisa volvía la que tanto me encantaba y poco aparecía brotó. Y ahora era el momento de volver a ser el Damon mandón de quién me enamoré.
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Ni tan bella Ni tan bestia
Romancesexo explicito y mucha diversión. Dos edades distintas, dos caracteres distintos, dos personas distintas y algo en común, el deseo del uno por el otro. El un hombre frío y muy sincero, capaz de hacer que cualquier mujer haga su santa voluntad d, lo...