capítulo 2🔪🩸

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Primer año pulseras verdes.

Segundo año pulseras celestes.

Tercer año pulseras rosadas.

Ante último y último año pulseras naranjas.

—¿Porque nos dividen como si fuéramos ganado?—pregunto y la desconocida se hecha a reír.

¿De qué se reía? Lo que había preguntado tenía mucha lógica, a ninguna de las fiestas a las que he ido dividían de esta forma a los invitados.

—Ya lo verán.— responde.

Levantamos las manos y una chica pelirroja nos pone un sello en la pulsera, seguido de esto nos indica por cual pasillo debemos ir.

Las luces de colores nos encandilan haciendo que no podamos ver nada a nuestro al rededor, por otro lado la música me aturde por un fugaz momento hasta que mis oídos se adaptan al estruendo y soy capaz de escuchar lo que la pelinegra dice.

—No quiero parecer la madre del grupo recien nos conocemos y no quiero sonar intensa pero no acepten tragos de otra personas y no beban demasiado alcohol ¿si?—habla.— no quiero estar cuidando a nadie está noche.

Las tres caminamos hasta la barra y ahí pedimos seis shots, dos para cada una.

Penny levanta ambas manos en el aire y grita con euforia—Esto se va a descontrolar.

Dice antes de tomarse los dos shots como si no fueran más que agua, la desconocida y yo la observamos sin poder creer que esa sea la chica dulce que conocimos hoy en la tarde.

Luego de tomar esos shots vamos a una pequeña mesa para tres personas, Penny saca un espejo de su bolsito diminuto y retoca su labial, seguido de esto se levanta y va a la barra para pedir tres botellas pequeñas de cerveza.

—Quien diría que ricitos de oro sería alcohólica.

—No debería beber tanto, aún es temprano.—digo lamiendo la parte de abajo de mis labios.

Mi mirada viaja hasta la segunda planta donde veo pasar a tres chicos, no se si es alucinación mía o causas de los dos shots que bebí pero podría jurar que vi como las personas se alejaban dejando libre el paso para ellos, intento ver sus rostros pero la distancia que nos separa es demasiada.

—Trata de no mirarlos mucho a caerás en los encantos de los demonios.

Parpadeo al oír la voz de la desconocida saliendo del trance en el que me había visto envuelta al observar esas tres figuras masculinas.

—Ellos son los tres.—la dulce voz de Penny hace presencia—Puedes observarlos pero no tocarlos—destapa un botella y le da un largo trago—pero esta noche va a cambiar eso, Connor notará mi presencia y se enamorara de mi.

Escucho como la desconocida se hecha a reír y Penny no hace más que ignorarla mientras sigue observando a los tres chicos

—Ríe todo lo que quieras pero Connor Wells será mío.

—Adoro la seguridad con la que hablas, pero no tienes idea de quiénes son ellos.

—¿Y tu si?—me entrometo.

—Créanme que si, viví con ellos más tiempo del que me gustaría admitir.

Penny abre los ojos como platos y la curiosidad asoma en todo su ser, pero la desconocida le quita la tapa a la cerveza y se aleja de nosotras moviendo sus caderas al ritmo de la música.

Pasan treinta minutos y no hago más que beber sentada mientras observo a Penny idear un plan para hablar "casualmente" con su amor imposible. Su plan es subir a la parte de arriba donde están los tres chicos sentados, esperar el momento exacto en el que Connor se levante con su bebida en mano, obvio, y chocarlo.

Reina el amor duele (COMPLETA✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora