capítulo 7 🔪🩸

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Las clases son lentas pero me siento satisfecha de sentir que con cada palabra que dice el profesor yo aprendo un poco más.

Guardo los cuadernos en la mochila y salgo del aula en cuanto la última clase termina o bueno mejor dicho eso intento ya que en cuanto pongo un pie fuera escucho que el profesor pronunciar lentamente mi apellido.

—Johnson, el director la espera en dirección.

Tiene que ser una broma.

Me doy media vuelta y lo observo—¿En dirección?—pregunto perpleja.

Suspiro y bajo la cabeza al ver que el profesor asiente.

Mierda y más mierda.

Me recargo la mochila al hombro y a regañadientes camino hacia dirección, varios pasillos después llego a mi destino y me congelo al ver a Devon sentado con los ojos puesto en el suelo, trago saliva y avanzo en silencio hacia él.

—Dime que no es por lo de anoche que nos llaman.—Me siento tres asientos lejos de él para mantener la distancia y no quedar muy encimosa.

Devon parpadea y me mira fingiendo estar aterrorizado.

—¡Mierda! Nos han pillado.

—No creo que sea momento para que hagas chistes.

Si realmente nos llaman por eso, cosa que obviamente es, estaríamos en graves problemas.

Una mujer de cabello rubio y sonrisa forzada dice nuestros nombres y esto hace que nos pongamos en pie para caminar en su dirección.

—Tú no digas nada—susurra Devon y yo lo miro sin entender—Sea lo que sea que digan tú no hables.

Entramos en el lugar y un hombre joven con una barba ligeramente crecida y un rostro que parecía ser sacado de una revista de modelos nos da la bienvenida pero no una bienvenida buena si no que todo lo contrario a eso, parece fastidiado de vernos ahí.

Le hace una señal a la mujer rubia para que salga y esta sin decir nada sale del lugar por poco corriendo, Devon se sienta en una de las sillas y yo lo imitó.

—¿Cuantas veces te he dicho que no entres de noche?

Sexy. Suena demasiado sexy su voz, miro a Devon y luego al director, mi compañero parece tan relajado que incluso se esta derritiendo en su asiento de lo cómodo que está.

Observo nuevamente al hombre que está del otro lado del escritorio, veo su cabello perfectamente peinado hacia atrás, su traje color negro y su rostro que no posee ninguna arruga, mis ojos se cruzan con los de él.

—¿Y tú?—pregunta y me encuentro tan perdida observándolo que tengo que parpadear varias veces—¿Que hacías? Eres nueva joder, ni siquiera llevas una semana.

—Tranquilo Adam—Devon saca su paquete de cigarrillos y sin más enciende uno—No volverá a pasar.

—La próxima no podré cubrirte.

Espera... ¿Que?

—No debes cubrirme.— responde mientras le da una calada al cigarrillo.

—Tienes las mejores notas, ustedes representan la universidad.

—No me vengas con tus mierdas ahora, que tus padres hayan movido una que otra ficha para que eso sea así no es mi problema.

Devon se pone en pie, asiente con la cabeza y sale de la oficina sin mirarme, vuelvo mis ojos al director y al ver que solo suspira también me pongo en pie para salir.

—Hazme el favor de no seguir sus pasos y aléjate de él.

Pongo los ojos en blanco ante la firmeza de su voz, me paralizó y no se que debo hacer. ¿Salgo o me quedo?

La misma mujer rubia que nos había llamado abre la puerta—Señor ya esta aquí el guardia de seguridad.

—Dile que pase.—contesta.

La mujer vuelve a desaparecer y yo aprovecho la oportunidad para salir corriendo detrás de ella.

Madre mía. ¿Que carajos estaba pasando?

Veo a Devon doblar a la izquierda al final del pasillo y por unos fugaces momentos pienso en correr tras él pero no quiero más problemas así que solo me limito a verlo desaparecer...

¡No, mentira! Eso no fue lo que hice.

Ni bien salí de dirección corrí tan rápido tras de él que resbale por que el estúpido piso estaba mojado y caí de cara.

Joder.

Siento un punzante dolor en la barbilla y el gusto a sangre inunda mi boca.

—Qué torpe eres, Chloë.—lo escucho decir.

Me extiende su mano pero no la acepto y me pongo en pie por mi cuenta.

—Eres un idiota.

—¿Tú te caes por ir corriendo y yo soy el idiota?—le da la última calada al cigarrillo y luego lo tira sin más.

Llevo una de mis manos a mi labio inferior, la sangre no para de brotar y en cuestión de segundos tengo la remera teñida de rojo.

—Vamos al baño a enjuagarte...— ofrece pero yo niego rápidamente.

—No voy a ir contigo a ningún lado, ¿primero la rara conversación con tus amigos y ahora el director es tu cómplice? Ni de coña.

La postura de Devon se vuelve tensa, sus ojos grises se oscurecen, mira para ambos lados del pasillo y al ver que no hay nadie me empuja contra la pared para poner sus brazo a mis costados encerrándome.

La palabras de Bastián vuelven a mi mente.

<<—No quiero asustarte pero la Gril boy's hace tiempo había sacado un artículo que asegura que había estado involucrado en un asesinato.>>

Respiro hondo he intento mantener la calma.

—Escucha niña, por tu propio bien mantente lejos de mi.—lame sus labios con lentitud— o en cuestión de días estarás en ruinas si no es que muerta.

Trago en seco al escuchar la última palabra.

Muerta.

¿Entonces los rumores son ciertos?

Me cuesta respirar, todos mis sentidos se ponen alerta y entonces todo se vuelve oscuro y lo último que recuerdo son los brazos de Devon sujetándome para que no caiga.

Victoria Scott.

Dos golpes en la puerta hacen que me sobre salte y deje rápidamente la navaja con sangre sobre la mesa de luz, le doy una última mirada al cadáver del animal y seguido de eso camino rápidamente hacia la puerta mientras limpio la sangre de mis dedos con el pantalón.

Abro la puerta con fastidiado y descubro a Chloë inconsciente tirada en el suelo, miro hacia ambos lados del pasillo mientras suplico que no sea lo que creo que es.

Me arrodillo frente a ella y con sumo cuidado la sacudo un poco-Despierta... Chloë despierta... ¡Penny!

Esto no puede estar pasando, mierda.

La sujeto de los brazos y con cuidado de no lastimarla la arrastro adentro, tiene la remera manchada de sangre al igual que sus labios y cuello.

—¡Penny!—vuelvo a gritar pero nadie aparece.—Penny, te necesito.

Penny sale de su habitación con unas cosas raras puestas en la cabeza, primero me mira a mi y luego va a Chloë tendida en el suelo. Rápidamente corre en nuestra dirección mientras comienza a hacer toda clase de preguntas.

—¿Que le paso?

—No lo se, golpearon la puerta y cuando salí estaba ahí.—respondo intentando que mi voz no suene alterada.

—Debemos llamar a emergencias...

—¡No! De eso nada—respondo rápidamente.

—Victoria, ¿acaso no la vez?—grita Penny con los ojos húmedos.

Chloë murmura algo que no se entiende y seguido de esto abre los ojos.

Reina el amor duele (COMPLETA✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora