"Vas a encontrarlo en las gradas" Había dicho Victoria
Le rogué que me acompañara para que me acompañase pero no hizo más que burlarse de mi, así que ahora estoy caminando sola hacia un chico que lleva uno cigarrillo entre los dedos, una remera negra y unos pantalones gastados.
Acomodo mi cabello detrás de la oreja y práctico la conversación mentalmente.
Vamos Chloë, es solo un chico nada más.
Y un posible asesino.
Mis pensamientos comienza a divagar sobre los posibles crímenes cometidos por aquel chico que al parecer ignora mi presencia.
Aclaro mi garganta—Hola soy Chloë,—saludo queriendo sonar serena.
Intento respirar con normalidad pero el simple hecho de tenerlo tan cerca causa una sensación de pánico en mi, no se si es por la cara de enojado que carga o por el hecho de que tiene tatuajes hasta en los dedos pero todo su cuerpo no dice más "aléjate".
Lo observo con más detalle y entonces lo se, él es la clase de chico con el que no te gustaría estar a solas por el simple hecho de que si su mirada se queda sobre ti por mas de cinco segundos estarás jodidamente pérdida en esos ojos grises que solo desprende misterio. Tragó saliva lentamente mientras ve como los finos rayos de sol chocan contra su piel pálida.
Se ve muy bien desde este ángulo y con esta luz.
—¿Ya no estas borracha?—dice aún con la vista al frente sin dirigirme la mirada.
—Ya no—afirmo sintiendo mis mejillas arder poco a poco recordando cuando lo vi en la terraza—Y tu ya no estás escondido entre las sombras.
Observo como su mandíbula se tensa para luego relajarse y darle una calada más a su cigarrillo.
—Ya no.—repite.
Tira el cigarrillo al suelo para pisarlo con la suela de sus zapatillas, se pone en pie y me da la espalda e ignora por completo mi presencia.
¿Sólo se iba?
—¡Ey! Devon.—Aprieto con fuerza las mangas de mi buzo—Solo necesito un segundo.
—Los segundos también son valiosos.— responde indiferente.
Comienzo a correr detrás de él, necesitaba que contestara solo tres estúpidas preguntas, tampoco era tan difícil.
—Lo se—titubeo—Necesito que me ayudes con un trabajo.
Estoy caminando a su lado, tan cerquita que puedo sentir el aroma que emana su ropa, observo sus brazos que van desnudos e intento contar todos sus tatuajes, cosa que obviamente no consigo ya que son demasiados.
—No tengo ganas ahora, quizás cuando las vacas vuelen pueda considerarlo.— pasa una de sus manos por su ondulado cabello y entonces soy consciente del pircing que tiene en la ceja.
—Hay un video en YouTube sobre eso...—comienzo a decir obligándome a despegar los ojos de su cara.
—Era sarcasmo, Chloë.—ladea los ojos y luego niega con la cabeza como si mi comportamiento le pareciera gracioso.
Alto, alto. ¿Había dicho mí nombre?
—¿Como es que sabes...?
—¿...Tu nombre?—asiento con la cabeza y él sonríe com un maldito demonio,—me lo has dicho en el mismísimo momento que comenzaste a fastidiar.
Claro, que estúpida.
Devon saca unos audífonos de su bolsillo y mientras se los coloca comienza a caminar tan rápido que no puedo seguirle el ritmo así que me quedo en el camino, no iba a estarle rogando para que respondiera unas estúpidas preguntas.
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Reina el amor duele (COMPLETA✔️)
Teen Fictionojos grises. pelo negro azabache. brazos con más tatuajes de los que puedes contar y una mirada escalofriantemente seductora. Sonaba perfecto, pero como el Jardín del Edén, alguien rompe las reglas y lo desmorona todo. No sabía que al entrar en la u...