Reina el amor duele (COMPLETA✔️)

capitulo 48🔪🩸

¿Qué es la muerte? Bien, según Google la muerte es el fin de la vida y efectivamente eso es lo que es. El punto final de toda tu existencia y es algo tan loco que otro ser humano tenga el poder de arrebatarte la vida de uno segundo al otro.

Observo el cadáver de mi padre mientras abro la otra botella de cerveza.

Maldito bastardo, se pasó toda mi infancia repitiendo una y otra que la curiosidad era mala solo porque él le tenía miedo al mundo. Un ligero puchero amenaza con asaltar mis labios pero no se lo permito, Evans llegaría en cualquier momento y no era la idea que me encontrara llorando como una imbécil.

Mi boca toca el pico de la botella para tomar un nuevo y largo trago, se que debería haber llamado a Devon pero después de como me había comportado lo último que quería era verlo.

Me pongo en pie para dar una vuelta por el basurero dónde vivía mi padre, por muy macabro que suene tener su cadáver ahí delante mío no me produce nada en lo más mínimo ¿Estoy comenzando a volverme loca? No lo sé, lo más probable es que sí.

Mi padre nunca había sido una persona ordenada, pero nunca imaginé que iba a acabar así. Viviendo literalmente en un basurero, en un edificio en ruinas como si fuera un vagabundo. Camino por un estrecho pasillo que solo tiene dos puertas una que es el baño y la otra su cuarto, pienso por unos instante en si debería entrar a la segunda que mencioné.

Mamá solía decirme que jamás entrara a su cuarto, que a él no le gustaba y se enfadaría mucho. Titubeó por unos instantes pero finalmente acabó entrando.

Mi padre se había aprovechado del amor que sentía por él y por mi madre, me había arrebatado la inocencia volviéndome una persona que creía que era débil, que creía que no era capaz de hacer nada por si sola.

Escucho como la puerta del departamento en ruinas se abre así que abandono el cuarto y voy hacia la sala principal nuevamente. Evans está ahí, su cabello rubio se riza ligeramente en las puntas y le cae en la frente, lleva puesta una campera blanca que hace que su piel se vea algo bronceada. Se que él es mucho más grande que yo, incluso que Devon, pero no lo parece ya que en su rostro no se despliegan arrugas o marcas que indiquen su edad, por el contrario incluso le daría unos veinte.

Trago saliva cuando sus ojos se posan en mí y levanta ambas cejas.

— ¿Te golpeo?

Instintivamente llevo mi mano a la nariz, ya no sangra pero estoy mas que segura de que la sangre se secó en mi rostro dejando una mancha bordo.

—Si.— respondo mientras vuelvo a observar el cadáver pálido que está en el piso.

— ¿Sufrió?

Al escuchar su pregunta un escalofrío me recorre desde la punta de los pies hasta la base del cráneo. Intento mantenerme derecha, no quiero que note lo nerviosa que estoy.

— Lo hice demasiado rápido.— confieso.

Él niega con la cabeza mientras frunce el ceño, levanta la vista del cadáver y observa el lugar que es un asco.

— Quiero largarme de aquí cuanto antes,— toma ambos brazos del cuerpo— tómalo de los pies.

Hago lo que me dice y entonces arrastramos el cuerpo hasta la puerta provocando que la herida que le había hecho en el cuerpo comience a derramar más sangre. El estómago se me revuelve y la porción de pizza que había comido junto con la cerveza amenazan con salir.

— Antes de subir estuve revisando si alguien más vive en este edificio.— Uno de los pies comienza a patinarse de mis manos por lo que me veo obligada a frenar— Y solo entre dos drogadicto más que estaban demasiado perdidos como para notar que algo raro sucede, están justo en el piso de abajo.