¿Que si tenía miedo? Pues, si. Obviamente.
Ver a Victoria caminando con un arma hacia mí claramente era motivo para asustarse e incluso orinarse en los pantalones, se ve tan intimidante que si no fuera porque Devon me ha tomado la mano estaría corriendo lejos de ella.
Respiró hondo y me repito a mi misma que debo dejar de huir de las situaciones o acabaría dándole la razón al apodo que me había puesto Devon.
<<Eres tan débil, tan repugnante que no puedo creer que seas mi hija.>>
Las palabras de mi padre resuenan en mi mente siendo así el motor para pararme derecha y plantarle cara a la pelinegra, había pasado dieciocho años debajo del ala de alguien más y eso era realmente frustrante.
Los ojos de Viko se posan sobre la mano de Devon entrelazada con la mía, por unos segundos en su rostro se ve la satisfacción de poder ver tal cosa.
—¿Se puede saber a qué estás jugando?—Pregunta con un tono amenazador.
Devon frunce el ceño intentando comprender qué es lo que ocurre, Victoria por otro lado levanta el arma y me apunta directamente. Me la quedo mirando sin decir nada, examinó sus facciones; Ojos entrecerrados, labios abiertos dibujando una sonrisa y postura completamente segura.
—Responde. —exige.
Visualizo a Connor y Evans a varios metros detrás de Victoria, ambos están mirando la escena como si no fuera más que un juego.
Siento el corazón en la garganta al ver cómo le quita el seguro al arma, Devon se posiciona delante de mí pero entonces yo hago algo que nunca en mi hubiese hecho.
—¿Vas a matarme?—Pregunto mientras doy varios pasos en su dirección y apoyó el caño del arma mortal en mi cien.
No sé si lo hice porque sabía que ella no me dispararía o porque ya no me importaba mi vida. Pero ahí estaba yo creyéndome valiente y siendo estúpida.
—¿Así que ahora tienes cojones, bambi?
Escuchar el apodo que me había puesto Devon en la boca de Victoria hacía que se me revuelvan las tripas, se estaba burlando de mí.
—¿Te miento o digo la verdad?— Preguntó.
Victoria había asesinado a muchas personas, no tenía pruebas pero la forma en la que sonríe y carga el arma con tanta seguridad confirmó todas mis teorías. Suelto todo el aire que había estado conteniendo y niego con la cabeza en cuanto veo que ella baja el arma.
— Sígueme...
—Victoria.—advierte Devon.
—¿Que?—Victoria levanta ambas manos en un gesto fallido por lucir inocente—Si quiere pertenecer a nosotros debe pasar la prueba.—Viko le quita las balas al arma y se las lanza al cuervo—No voy a hacerle daño, lo prometo.
Victoria me hace un gesto con la mano y entonces se que debo seguirla pero también se que debería quedarme con Devon. Lo pienso por unos instantes y finalmente la sigo, en estos últimos meses ella se había vuelto alguien cercano, quizás no conocía su pasado pero si algo sabía era que ella no me haría daño.
La pelinegra se mete nuevamente al edificio abandonado donde todavía está el cuerpo del hombre atado en la silla. Aún cae sangre del hueco que le ha dejado la bala que impactó contra su cráneo, vuelvo la vista adelante y en cuanto me doy cuenta que Victoria está distraída intentando abrir una puerta, sacó el móvil del bolsillo y comienzo a grabar la escena del crimen.
Aún me quedaba demasiada evidencia que reunir para el informe.
Ver el cuerpo inerte del hombre con las flores blancas en su pecho me estremece pero me es imposible apartar la vista, resulta ser hipnotizante e incluso digno de admirar cuál obra de arte.
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Reina el amor duele (COMPLETA✔️)
Teen Fictionojos grises. pelo negro azabache. brazos con más tatuajes de los que puedes contar y una mirada escalofriantemente seductora. Sonaba perfecto, pero como el Jardín del Edén, alguien rompe las reglas y lo desmorona todo. No sabía que al entrar en la u...