Tan solo una sonrisa ✅ [TST. Libro #2]

📚Capítulo 2📚

La vida es tan impredecible que a veces el que menos pensamos es quien nos brinda una mano.

—Estamos aquí reunidos, para despedirnos de una gran mujer que ha sido de bendición para todos los que estamos aquí.

Un sentimiento de nostalgia invade mi pecho, observo a mi alrededor a todas las personas que están vestidas de luto; algunos lloran, otros parecen que tienen la mirada perdida y otros aguantan las ganas de romperse aquí mismo, justo como lo está haciendo Austin.

Perder a una madre es algo tan doloroso que muchas veces no se puede explicar, a diferencia de mis amigos, yo no tengo esa clase de pensamientos o palabras profundas para decir en momentos como estos.

Sin embargo, sé lo que es perder a un ser querido y como uno se siente. Cuando mis padres fallecieron sentí que mi mundo se había acabado, estaba solo, no tenía más familia y tampoco tenía hogar, fue duro, sí, pero por algo pasan las cosas; eso siempre me decía mi padre.

No me gusta venir a este tipo de eventos, me pone nostálgico y de un humor deprimente, pero hoy no se trata de mí, se trata de la familia Hamilton que está pasando por un momento difícil.

La madre de Austin ha sido lo más cercano a una figura materna que he tenido, cuando me mudé de Luisiana para Las Vegas; años después conocí a esa familia y me aceptaron como un hijo más sin importar mi color. Ella era una mujer increíble, tan sabia y humilde, siempre se preocupaba por enseñarnos cosas de la vida.

—¿Estás bien? —Liam llega a mi lado con su típica expresión neutral.

—No soy yo el que acaba de perder a una madre.

—Espero que no se te haya olvidado que en cierto modo lo era. —Me mira con reproche y decido callar.

A veces es más fácil obviar ciertos detalles para evitar que el dolor se siga expandiendo.

—¿Alguien desea decir algunas palabras? —El anfitrión del funeral pasa la vista por todos nosotros al igual que yo, no obstante, el único que levanta la mano es Austin, ya que su padre y hermana no pueden hablar debido al llanto.

Camina con paso firme y al llegar el señor le da un asentimiento de cabeza y se retira. Mi amigo se coloca frente al podio y cuando posa su mirada en el ataúd comienza a romperse.

Liam y yo hacemos el intento de acercarnos a él pero Vanessa nos hace seña de que no. ¿Está loca? Él nos necesita.

Austin deja salir un sollozo y se cubre el rostro con su brazo. Trata de calmarse un poco, se acomoda su traje y empieza a hablar.

—Sé que las palabras no me alcanzarán para expresar lo que siento en este momento —hace una pausa mientras mira el ataúd—, y es lo mejor, ¿saben? Porque eso demuestra que el trabajo que hizo mi madre con nosotros fue tan excelente que las palabras se quedan cortas para decir la satisfacción que tenemos. Pero hoy... —Vuelve a cubrirse con su brazo y solloza—, justo hoy, siento como una parte de mí se ha ido y jamás regresará...

No puedo más, miro a Liam y sin tener que hablarle nos comunicamos con la mirada; caminamos hasta donde se encuentra nuestro amigo, quien al mismo tiempo se deja caer de rodillas para llorar como un niño.

Nos apresuramos hasta llegar a donde él y lo levantamos; me parte el corazón verlo en ese estado. Sus sollozos van en aumento al igual que el llanto del público, las palabras de él hicieron tanto en efecto que hasta el que no quería llorar lo está haciendo.

Liam y yo lo colocamos en el medio y palmeamos su hombro para calmarlo, pero entonces lo recuerdo... aquella promesa que nos hicimos hace años.

—No importa si nos quebramos —digo mientras observo al rojo teñido.