Judith
Son las cinco y media de la tarde y ya estoy en el apartamento de Matt, no paro de pensar en como reaccionará cuando le cuente lo del bebé y tampoco entiendo como aun no se a dado cuenta de que estoy embarazada. Dejo el bolso con las cosas de la universidad en el salón y subo al piso de arriba para meterme en la bañera. Mientras dejo que se llene, me desnudo y me miro en el espejo, tengo los pechos un poco más grandes y ya no tengo el abdomen tan plano como antes. Me acaricio el vientre y sonrío como una tonta.
Cuando salgo del baño, voy hacia la habitación donde están todas mis cosas y veo que la gran mayoría no están. Veo un par de maletas al lado del tocador y abro una extrañada. Hay ropa mía y zapatos. No entiendo nada, es obvio que ha sido Matt pero, ¿por qué? De repente me acuerdo de lo que me dijo de las casas, ¿habrá comprado ya una? Sonrío al pensar que haya sido capaz de hacer semejante locura y empiezo a vestirme, cuando llegue se lo preguntaré. Me he puesto un vestido largo ceñido y me he maquillado un poco, también he preparado la mesa del comedor con velas y la cubertería mas decente que tiene Matt en casa, le estoy preparando la cena ya que he pensado que es una buena manera de preparar el terreno para contarle lo del bebé. Estoy acabando de preparar la salsa de la carne cuando oigo como se abre la puerta de la entrada. Cuando me mira le sonrío pero el fuerza una sonrisa que no le llega a los ojos, lo noto muy raro desde ayer por la tarde.
- Hola cariño, ¿va todo bien? - Me acerco a él y le doy un beso, me devuelve el beso sin ganas.
- Ha sido un día largo. - Mira la mesa del comedor y luego me mira a mi de arriba abajo. - ¿Y todo esto? ¿Hay algo que celebrar o qué?
- Quería hacer algo especial. Ven, siéntate. - Le cojo la mano y lo llevo hasta la silla. Vuelvo a la cocina y vierto la salsa encima de la carne, cojo la fuente y la dejo encima de la mesa. - Espero que te guste.
- No me esperaba todo esto. - Me siento y me sonríe. - ¿Lo has cocinado todo tu? - Asiento y le cojo la mano.
- He buscado la receta en internet y para serte sincera no creía que me iba a salir bien, espero que esté bueno. - Se ríe y se sirve carne en el plato, lo miro esperando su reacción al probarla.
- Está espectacular. - Le sonrío orgullosa y me sirvo a mi también.
- Menos mal que está bueno porque si no te gustaba el plan B era llamar a la pizzería. - Abro la botella de vino y le lleno su copa.
- ¿Tú no vas a beber?
- No me apetece mucho la verdad. - Coge la copa y se bebe el vino de un trago, se la vuelve a llenar y se queda mirando fijamente el plato muy serio. - Matt, estás muy raro, ¿qué ocurre? - Levanta la vista hacia mi y su mirada está vacía.
- Tenemos que hablar, necesito decirte algo. - ¿Habrá comprado la casa y por eso está así? Le sonrío y le cojo la mano.
- Yo también quería decirte algo. - Arquea una ceja y me suelta la mano haciendo un gesto dándome a entender que hable yo primero. - No, habla tu primero, necesito saber que te pasa. - Coge aire y luego deja ir un largo suspiro.
- Se acabó.
- ¿Cómo? - Empiezo a notar una presión muy fuerte en el pecho, ¿me está dejando?
- Que se acabó. No podemos seguir con esto. - Estoy completamente petrificada. Una lágrima cae recorriendo mi mejilla.
- ¿Por qué? ¿Por eso están mis cosas metidas en esas maletas? - Su mirada es fría, no ha mostrado ni un ápice de arrepentimiento o cualquier tipo de emoción. Me lleno la copa de vino y me la bebo de un trago, sé que no debería beber pero necesito calmarme antes de romper a llorar como una idiota.
- He conocido a alguien en el trabajo, y no quiero mentirte más. - Estoy atónita, no me creo que me esté diciendo esto. - Lo siento Judith, de verdad.
- ¿Qué lo sientes? Hace dos días me estabas enseñando casas para irnos a vivir juntos, dos días Matt, ¿y ahora me vienes con esta mierda? - Me levanto de la mesa y me giro hacia la ventana. - ¿Cuánto hace que conoces a esa tía? O mejor dicho, ¿cuánto tiempo llevas engañándome como a una estúpida? - Sigue mirándome con la misma cara de indiferencia que antes y eso me cabrea más. - Eres un cabrón, te lo he dado todo joder, me he venido a vivir aquí contigo, me has hablado de casarnos Matt, casarnos, ¿y ahora me vienes con esto?
- Lo siento, de verdad que lo siento. - Me río sarcástica mientras lo miro con asco.
- No sientes una mierda. - Empiezo a andar hacia la escalera para subir a por mis cosas pero a mitad de esta me paro y me giro a mirarlo. - Creía que no encontraría a nadie peor que Austin, pero me equivocaba.
Me meto en la habitación y empiezo a llorar desconsoladamente. Pensaba que jamás volvería a sentir la rabia e impotencia que siento ahora mismo. Acabo de meter las cosas que me faltan y cuando abro la puerta para dejar las maletas en el pasillo él está parado en frente de la puerta. Lo aparto con el hombro y me meto en el baño para lavarme la cara, tengo todo el rímel corrido de llorar. Respiro hondo y cuando estoy un poco más calmada salgo y veo que ni él ni las maletas están. Bajo las escaleras y veo que la puerta de la entrada está abierta así que cojo mi bolso y las cosas de la universidad y salgo hacia la calle. Matt está junto a mi coche y ha metido las maletas en el maletero. Cojo mis llaves y quito del llavero la llave de su apartamento, se la tiro al suelo y me meto dentro del coche. Antes de cerrar la puerta lo miro, esperando a que me diga que no me vaya, que nada de esto es real, pero simplemente me mira.
- Esto no te lo perdonaré nunca Matt. Qué te vaya muy bien.
Cierro la puerta dando un portazo y arranco el coche. Mientras me alejo miro por el retrovisor y veo que aun está ahí parado, mirándome, y cuando estoy a punto de doblar la esquina, veo cómo se cae de rodillas al suelo con las manos en la cabeza. Durante el trayecto empiezo a llorar y decido poner la radio para intentar evadirme, pero la canción de The heart wants what it wants empieza a sonar y me rompo aún más. Cuando llego a mi casa, aparco el coche y me quedo sentada unos minutos asimilando lo que acaba de suceder. Cojo el bolso y antes de bajar del coche veo que la puerta de la entrada se abre y mi madre está mirándome extrañada. Me bajo y empiezo a andar hacia ella aguantándome las ganas de llorar.
- Hola mamá.
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I WANT MORE (TERMINADA)
Teen Fiction- No puedes estar enamorada de mí. - Su voz ha dejado de ser firme, su labio inferior ha empezado a temblar. - Uno no elige de quién se enamora. - Trago saliva. - Porque créeme, qué si pudiera elegir de quién enamorarme, tú serías el último al que...