Me despierto de golpe y tardo unos segundos en reaccionar y contestar al móvil.
- ¿Sí?
- Buenos días nena, ¿nerviosa? - Medio sonrío al escuchar que es Isaac.
- Muchísimo. No quiero ir.
- Vamos, son las once, sal ya de la cama.
- No.
- Sal o te saco yo.
- Para cuando llegues ya habré dormido media hora más por lo men... - De repente la puerta se abre con brusquedad y me quedo petrificada. - Pero, ¿¡qué haces aquí!?
- Levanta.
- No. - Me tapo con la manta hasta la cabeza.
- ¿Quieres levantarte por favor?
- N-O.
- Está bien. - Me quita las sabanas de encima.
- ¡Que sólo llevo las bragas idiota! - Suelta una carcajada.
- Como si no te hubiera visto así antes...
- Cállate y dejame morir sola.
- De eso nada. - Antes de que me de cuenta me coge en brazos.
-¡BÁJAME! ¡ISAAC QUE ME BAJES! ¡Déjame ponerme una camiseta almenos!
- Está bien está bien. - Me baja riéndose y cojo una camiseta de la cómoda.
- Eres un idiota.
- Pero aún siendo idiota, me adoras.
- Eso no te lo crees ni tú. - Abro la puerta de mi habitación y bajo a la cocina seguida de Isaac. -¿Quieres algo?
- Un café no me vendría mal. - Asiento y me pongo a hacer tostadas.
-¿Cómo has entrado?
- Dakota. - Me sonríe de manera juguetona.
- Ya le vale... ¿Crees que me matará?
- ¿Dakota? ¿Por qué iba a matar..- Lo interrumpo antes de que siga con su estupidez.
- No. Dakota no, Dana. Te recuerdo que hoy peleo contra ella.
- No creo que te mate. Sólo te machacará un poquito. - Sonríe y le da un sorbo a su café.
- Gracias por animarme Isaac, enserio, eres un graaan amigo.
- De nada nena. - Nos reímos.
Isaac se ha quedado conmigo toda la mañana y el mediodía. Estamos llegando con su coche al gimnasio. Cada vez me cuesta más respirar. Isaac aparca y me mira gracioso.
- No te preocupes, voy a estar ahí todo el rato. - Me coge la mano y eso me tranquiliza un poco. - Venga vamos.
Salimos del coche y entramos. Martin no está en la recepción, deseaba que estuviera para que me aconsejara y me diera ánimos. Entramos al interior y todo el mundo está hablando alrededor del cuadrilátero de la derecha. Cuándo Amy me ve, corre hacia mí seguida de Alex.
- ¿Preparada? - Alex me mira con ternura y preocupación, es un cielo. - Todo saldrá bien, estoy seguro.
- Eso eso, no te preocupes, estaremos ahí apoyándote a muerte. - Amy me abraza.
- Yo... Voy a cambiarme, ahora salgo.
Entro en el vestuario y me apoyo contra la puerta. Respiro profundamente un par de veces y me empiezo a cambiar. Vale, estoy preparada. Abro la puerta y salgo. Me acerco con paso seguro y lento hacia el cuadrilátero y todos empiezan a silbar. Alex me ayuda a subirme al ring.
- Estare justo ahí, no te preocupes, todo irá bien. Tú sólo recuerda todo lo que te he enseñado e irá genial. - Me sonríe y eso me calma un poco. Dana entra en el ring con aire de superioridad.
- Tranquila guapita, intentare no destrozarte mucho esa bonita cara. - Sus palabras me encienden, de repente toda la inseguridad y miedo que se había apoderado de mi estos días acaba de desaparecer. Vas a comerte el suelo. La campana suena y las dos nos ponemos en posición. La primera en dar el golpe es ella, consigo apartarme lo suficiente como para que sólo me de un puñetazo en el brazo. Gracias Dana, acabas de enfurecerme más. No sé como, pero estoy sobre ella en el suelo y mis puños no paran de golpear su cara. Alex nos separa.
- Tranquila fierecilla. No agotes todas tus fuerzas aún. - Le sonrío y él grita. - SEGUNDO ASALTO.
Las dos volvemos a ponernos cara a cara y la campana vuelve a sonar. Esta vez la primera en dar el golpe soy yo, mi puño impacta de un derechazo en su mejilla y empieza a tambalearse y entonces lo veo, Matt me está mirando, con una sonrisa. Por culpa de distraerme Dana me golpea en la sien y caigo al suelo, intento levantarme pero me vuelvo a perder en sus ojos, olvidandome de que Dana va acabar conmigo en cualquier momento. Su puño impacta contra mi cara y oigo un pitido horrible, no veo con claridad, noto como su puño vuelve a golpearme con fuerza y lo último que consigo ver es a él, subiéndose al ring.
- ¡Judith! ¡JUDITH JODER ABRE LOS PUTOS OJOS! - No paro de oír voces. Abro los ojos y todo esta borroso, ¿qué ha pasado? - Mírame. - Mis ojos se encuentran con los suyos y todo el dolor desaparece.
- ¿Que... qué ha pasado?
- Del golpe te has quedado inconsciente unos segundos. - Intento levantarme pero me mareo y antes de que me caiga Matt me coge y me carga en sus brazos. - Tranquila, no hagas esfuerzos. - Me saca del ring y me sienta en una silla, Isaac, Alex y Amy se acercan.
- Nena, ¿estás bien? - Matt le clava una mirada asesina.
- Si tranquilo, estoy bien.
- Joder, pensaba que te iba a matar. - Amy me abraza.
- No la agobies. - Vuelvo a mirar a Matt. ¿Desde cuándo se preocupa tanto por mí?
- No entiendo que te ha pasado Judith, ibas muy bien y de repente, es cómo si te hubieras bloqueado. - Ojalá pudiera decirle que ha sido por culpa de Matt, pero eso sería una estupidez.
- No lo sé Alex. - Lo digo mirando a Matt y no a Alex. Alguien por detrás me toca el hombro.
- ¿Estás bien? - Es Dana. Me gustaría partirle la boca, pero tengo que aceptar mi derrota.
- Sí. La próxima vez no será así. - Le sonrío y me devuelve la sonrisa.
- No me cabe duda, has sido una contrincante dura. - Se aleja tranquilamente. Tiene el ojo morado y el labio partido, no quiero imaginar como debo de estar yo.
- Vamos nena, te llevo a casa.
- No. - Isaac y yo miramos sorprendidos a Matt. - Ya la llevo yo.
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I WANT MORE (TERMINADA)
Teen Fiction- No puedes estar enamorada de mí. - Su voz ha dejado de ser firme, su labio inferior ha empezado a temblar. - Uno no elige de quién se enamora. - Trago saliva. - Porque créeme, qué si pudiera elegir de quién enamorarme, tú serías el último al que...