Capítulo 23

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MATT

Me levanto a regañadientes sobre las once y recorro mi apartamento medio zombie hasta que llego a la cocina. Enciendo el portátil y pongo a tope la música qué resuena por toda la planta baja. Empiezo a hacerme unos huevos revueltos con bacon y tostadas y por supuesto, un buen café. Me siento en la barra americana y empiezo a deborar la comida. Cuando termino, subo a ponerme unos pantalones cortos y una camiseta para salir a correr.

Ya llevo 10 Km corriendo y aún no estoy cansado. No sé cómo, pero estoy plantado delante de la casa de Judith, su coche está aparcado en la entrada del garaje, así qué eso significa que ya ha llegado. Una sonrisa ilumina mi rostro y tengo ganas de correr hacia la puerta para verla, pero estoy sudado y echo un asco, así qué doy media vuelta y corro a toda prisa hacia mi apartamento.

Son las doce y media cuándo llego, supongo qué estará despierta, voy a llamarla. No lo coje. Iré a verla. Me meto en el baño y me ducho en tres minutos y me visto en dos. Cojo las llaves del coche y corro hacia la puerta.

He tardado apenas unos cinco minutos en llegar, las ganas de verla me pueden. Quiero decirle tantas cosas... Abrazarla... Aparco y me bajo del coche a toda prisa. Subo los escalones de su porche de una zancada y presiono el timbre. Cuándo abre la puerta, mis ojos se abren de par en par.

- ¿Qué haces aquí Matt?

- Y-y-yo... esto... pasaba por aquí y... y he visto tu coche. - Mis ojos recorren todo su semidesnudo cuerpo, mira hacia abajo e intenta taparse de una manera ridícula pero adorable. Acaba de ruborizarse un poco, me encanta verla tan... indefensa.

- Será mejor qué cierre.

- Supongo qué sí... ¿Vendrás hoy al gimnasio? Hace mucho que no vas.

- Si, hoy voy y luego me iré a ver a Kylie.

- ¿Está mejor?

- Sigue igual. Hoy me he quedado a dormir toda la noche con ella.

- ¿Eso se puede hacer?

- No. Pero me da igual, estaré con ella, me dejen o no.

- Qué rebelde. - Intento esconder la sonrisa, pero es imposible no sonreír con esta chica.

- Eres idiota.

- Suelen decirmelo. Bueno, me voy, esta tarde nos vemos. - Me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla. Acaba de ruborizarse aún más, adoro cuándo sus mejillas se encienden.

- Hasta luego. - Le dedico una sonrisa y camino hacia el coche.

Estoy parado en un semáforo y la imagen de Judith no para de aparecer en mi cabeza. Estaba preciosa, incluso sin maquillaje y con esa toalla en la cabeza, estaba preciosa. Joder, hasta sudada está preciosa. El semáforo se pone en verde y acelero.

Cuándo ya son las tres y cuarto, cojo la bolsa del gimnasio y voy hacia allí. Sólo está a quince minutos de mi casa, así qué voy andando. Por el camino, no paro de pensar mil y una maneras de pedirle a Judith qué acepte una cita conmigo. Hoy se lo voy a pedir, cuándo encuentre el momento oportuno, lo haré. Al llegar, Martin me saluda con la mano y yo le devuelvo el gesto. Cuándo entro al interior, veo a Kenzo y al capullo de Isaac hablando, paso de hablar con él, así qué entro directo al vestuario. Me cambio deprisa y salgo. Kenzo está en los sacos, e Isaac ya no está con él, así qué decido acercarme.

- Que hay tío.

- Hombre Matt, ¿sabes algo de Judith?

- Ha llegado hoy de Washington creo. La he visto esta mañana.

I WANT MORE (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora