Capítulo 35

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Durante el trayecto no hemos hablado ni me ha mirado, estoy realmente intrigada. No sé a donde me lleva ni que va a decirme y estoy muy, muy nerviosa. Llevamos ya unos veinte minutos en el coche y mi impaciencia crece cada vez más. Apoyo la cabeza en la ventanilla y me concentro en la música que sale de la radio. Noto como alguien me acaricia el pelo y abro lentamente los ojos. Miro a Matt y me sonríe.

- Te has quedado dormida un buen rato.

- ¿Dónde estamos?

- Baja y lo veras. - Abro la puerta del coche y hago lo que dice. Abro los ojos de par en par. Estoy alucinando. - ¿Te gusta?

- Es precioso. ¿Cuánto rato he dormido?

- Más de media hora; son casi las diez. - Rodea el coche y se pone a mi lado. - El puente de Brooklyn es alucinante de noche estando iluminando.

- Y que lo digas. ¿Dónde vamos a cenar? - Me sonríe y abre el maletero. - He traído sándwiches, patatas, limonada y ginebra.

- Estás loco. - Cierra el maletero y empieza a andar.

- Te encanto. - Pongo los ojos en blanco y lo sigo.

- ¿Por qué aquí?

- Mi padre me traía muchas noches aquí, nos sentábamos ahí y mirábamos el cielo y a los coches pasar. - Se para y coloca una manta en el suelo. - Vamos, siéntate. - Me siento y el hace lo mismo. Me da un sándwich y de la mochila que ha cogido del maletero, saca un par de vasos y las bebidas.

- Yo te he contado lo de Austin, ahora te toca a ti contarme algo. ¿Has tenido alguna novia? - Me mira y asiente. - Pues soy toda oídos.

- Se llamaba Ashley. La conocí cuando yo tenía dieciocho, ella tenía dieciséis. Cuándo la vi por primera vez, no me llamó mucho la atención, la veía muy pequeña para mí, era un capullo y me juntaba con gente que no me convenía. - Hace una pausa y decido preguntar.

- ¿Por qué eras un capullo?

- Porque mi padre murió cuando tenía quince años. Yo era un tío normal, sacaba buenas notas, me gustaba estar en casa, salir a correr con mi padre o venir aquí con él... Pero murió.

- ¿Cómo?

- Se suicidó. Bueno, eso es lo que dicen.

- ¿Crees qué no se suicidó?

- Cuándo una persona se suicida, suele dejar una nota y tiene motivos. Mi padre no tenía ni motivos ni dejó ninguna nota. Así que empecé a rebuscar entre sus cosas, a mirar sus facturas de teléfono. Mi madre no sabe nada de lo qué encontré, sólo lo sabemos mi hermano, yo y ahora tú.

- ¿Qué encontraste?

- Estaba metido en temas de la mafia. - Me ha dejado helada. - Y bueno, a raíz de la muerte de mi padre empecé a dejar de estudiar, a beber, a drogarme, a salir de fiesta y a juntarme con gente de mierda. Hasta qué la conocí. Ashley hizo todo lo posible para que me fijara en ella y lo consiguió. Acabé enamorándome como un idiota. Ella me salvó de esa mierda, pero me metió en otra. Tu al principio me recordabas a ella, por eso era así contigo.

- ¿Por qué te recordaba a ella?

- Porque tenías pinta de ser la típica niña de papá, como ella. Sus padres eran ricos y deben de seguir siéndolo porque tenían dinero como para dos vidas. Era una mimada y una consentida,  trataba mal a la gente que ella creía que era inferior. Me llevaba a galas benéficas de gente importante de Nueva York, a sitios caros a comer... Mi familia no era tan rica como la suya, siempre hemos tenido bastante dinero, pero no alardeaba de ello ni me lo gastaba en cosas innecesarias. Ella me sacó del mundo de la calle para meterme en otro qué es peor. Aunque cueste de creer, me volví un pijo de mierda, de esos que no paran de hablar de todo el dinero que tienen, de todo lo que tendrán y mierdas por el estilo. Estaba completamente cegado de amor por ella... Estuvimos juntos más de dos años, bastante más y entonces, de golpe y porrazo, se acabó.

I WANT MORE (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora