I WANT MORE (TERMINADA)

Capítulo 64

Judith

Estoy sentada en el porche de mi casa con un café caliente en la mano, ya ha pasado poco más de un año desde el secuestro y Kenzo no ha aparecido aún, la policía no ha logrado encontrarlo todavía. Giro la cabeza y miro a mi hija entretenerse con su peluche favorito, aún no me creo que ya tenga casi ocho meses, el tiempo ha pasado demasiado deprisa. Recuerdo el día del parto como si hubiera sido ayer, pasé un dolor horrible ya que no pudieron ponerme la epidural y Matt estuvo a mi lado en todo momento intentando mejorar la situación, pero cuando me dieron a la niña, me sentí la mujer más afortunada del mundo, era preciosa y cada día que pasa lo es aún más, tiene los ojos de su padre. Se gira a mirarme y me sonríe mientras me tiende el peluche.

- ¿Quieres que juegue mamá con él? - Me sonríe aún más y se lo cojo. Extiende los brazos hacia mi así que dejo el café en la mesita que tengo junto al banco y la cojo en brazos. Le beso la cabeza y apoya esta en mi pecho. - ¿Tienes hambre mi amor? - Suelta su intento de palabra de decir si y la vuelvo a besar. - Pues vamos dentro, papá no tardará en llegar. 

Hace media hora que le he dado el biberón y la he puesto a dormir, estoy preparando la comida cuando oigo como la puerta de la entrada se abre. Matt entra en la cocina y viene hacia mi sonriendo como un niño. Se pone detrás de mi y me rodea con los brazos mientras me besa el cuello.

- ¿Ha ido bien el trabajo cariño? 

- Genial, pero tenía ganas de llegar a casa para estar con vosotras. ¿Tú llevas bien el trabajo de la universidad? 

- Si, pensaba que llevaría peor lo de estudiar desde casa pero me han mandado las notas de los últimos exámenes. - Me mira expectante. - Tres sobresalientes y dos notables. - Me coge la barbilla y me gira la cara hacia él.

- Serás la mejor abogada del país. - Me besa y sonrío como una niña.

- Me conformo con ser la mejor de la ciudad. - Va hacia la nevera y se coge una cerveza.

- ¿La peque está durmiendo?

- Lleva un cuarto de hora dormida. - Me sonríe y va hacia el salón. Vuelve arqueando una ceja.

- ¿Viene alguien a comer?

- Olvidé decírtelo, mi hermano y Tony querían que nos viéramos y han venido un par de días, están en casa de mi madre. Me dijeron que tenían algo importante que contarnos. - Le da un trago a la cerveza.

- Miedo me dan. 

Estoy acabando de servir la comida en la mesa cuando el timbre suena, Matt va a abrir la puerta y oigo la voz de Tony. Entra al salón y viene deprisa hacia mi seguido de mi hermano, me da un abrazo y me besa la mejilla. Se separa de mi y me mira de arriba abajo. 

- Estás estupenda y la casa os ha quedado preciosa, me encanta como la habéis decorado. 

- Gracias Tony, Matt no estuvo muy conforme con el estilo pero le ha acabado gustando. - Mi hermano se acerca a mi y me abraza con fuerza.

- Hola pequeña, ¿cómo llevas la maternidad? - Se separa y hago un gesto para que se vayan sentando.

- Pensaba que lo llevaría peor pero lo llevo bastante bien, que la niña sea tan tranquila ayuda mucho. - Se ríe y me siento también en la mesa.

- ¿Y tú Matt, lo llevas bien? - Antes de que pueda contestar él me adelanto.

- Tan preocupado que estaba por si no sabía como hacer de padre y lo lleva mejor que yo. - Se ríe y niega con la cabeza.

- Eres una exagerada, estamos a la par en ese tema.

Nos ponemos a comer y vamos hablando de los últimos cinco meses ya que hacia mucho que no nos veíamos. Cuando saco el postre, Tony y Peter se cogen la mano y nos miran nerviosos.