Capítulo 22

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Dana me da un derechazo qué me desorienta por unos segundos y cuando veo que va a volver a atacar con un crochet, lo esquivo y le sonrio provocándola. Cuando se vuelve a acercar para volver a atacar, contraataco con un jab, empiezo a darle puñetazos en el abdomen hasta qué la arrincono en la esquina. "Ahora empieza lo bueno" pienso para mí misma, miro por el rabillo a Matt y asiente, me lo tomo como un "ahora". Swing, crochet, swing, crochet, a la tercera se aparta los puños de la cara para contraatacar, pero la rabia me hace actuar más rápido, izquierda, derecha y uppercut. Cae desplomada al suelo. La gente empieza a contar, 10-9-8-7-6... Intenta levantarse pero no puede...5-4-3-2-1. Todo el mundo empieza a chillar y vitorearme mientras bajo con el puño levantado del ring. Kenzo aparece y me coge en brazos.

- Menudo uppercut le has hecho. - Le sonrío y entonces hace lo que menos me esperaba que hiciese, me besa. Hacía mucho que no sentía tanta pasión sólo en un beso, por un instante parece que todo él mundo se calla, pero cuando me aparto de Kenzo, me doy cuenta de qué en ningún momento nadie se ha callado, simplemente lo ha parecido, ha parecido qué sólo estábamos él y yo... Instintivamente busco a Matt, cuando mis ojos se encuentran con los suyos, el alma se me cae al suelo. Me esta mirando de una manera qué nunca pensé que volvería a mirarme así, su mirada es fría, mucho más fría qué la vez qué discutimos. Me gustaría correr hacia él y abrazarlo, pero no puedo moverme. Alguien me rodea por detrás y me giro para asegurarme de qué es Kenzo, cuando me vuelvo a girar para mirar a Matt, ya no está, miro hacia la puerta y veo cómo desaparece tras ella. Algo dentro de mí grita qué corra tras él, que la estoy jodiendo, pero Kenzo me sujeta fuerte y parece qué mis pies están pegados al suelo.

- ¡Tú! - Me giro de golpe al oír esa voz. Dana ha bajado del ring, le sangra la nariz y tiene un ojo morado. Creo qué me va a soltar un puñetazo, pero en vez de eso, me da la mano. - Una gran pelea, reconozco qué sabes pelear.

- Gracias. - Me guiña el ojo y se va. Isaac se abalanza sobre mí y Kenzo carraspea, pero no le hace caso.

- Has estado increíble nena, vamos, te llevo a casa.

- La llevo yo.

- Pero la quiero llevar yo.

- He dicho que la llevo yo. - Isaac y Kenzo se miran desafiantes, así qué decido intervenir.

- Vale parad. Isaac, voy con Kenzo, mañana quedamos.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo. - Me besa la mejilla y me sonríe, le devuelvo el gesto y se aleja. Kenzo me hace girar hasta que quedo delante de él.

- ¿Vamos?

- Si, he venido en mi coche, pero ya lo pasaré a buscar mañana.

- Vale.  - Cuándo ya estamos en el coche y yendo hacia mi casa, un silencio incómodo se forma, así qué decido romperlo.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué qué, Judith?

- ¿Por qué me has besado?

- Porque me apetecía hacerlo y sé que a ti tambien te apetecía.

- Puede que sí, pero ese no era ni el momento ni el lugar Kenzo.

- ¿Por qué? ¿Te preocupa que la gente lo sepa?

- Claro qué no me preocupa. Lo qué la gente sepa, diga o piense me da igual.

- Ya, bueno. - Giro la cabeza para mirarlo.

- Cómo qué ya, bueno.

- No te preocupa qué la gente en general lo sepa, lo qué realmente te preocupa es qué cierta persona lo haya visto, - Hace una pausa. - corrígeme si me equivoco.

- Haber, qué persona.

- Matt. - Miro por la ventana y no contesto. - Quién calla otorga. Judith, te lo voy a dejar claro. Matt no se enamora de nadie, no deja qué ninguna chica lo conozca de verdad, es mas, las tías para él, des de hace ya tiempo son de usar y tirar, TODAS. Yo, en cambio, soy lo opuesto a él.

- Ahora me dirás qué tú no usas a algunas chicas como si fueran de usar y tirar. - Suelta una carcajada.

- No te voy a decir eso, sería mentir. Me refiero a qué yo no tengo miedo de enamorarme, no me preocupa sentir algo por una chica y por ti siento algo Judith, y se que tú por mi también lo sientes.

- No quiero que me hagas daño.

- Eso amor, es lo último qué haría. - Nos miramos y una pequeña sonrisa aflora en mis labios. Aparca en frente de mí casa y me coge de la mano. - Déjame quererte. - Apenas lo conozco pero...

- De acuerdo. - Sonríe y me coge con delicadeza el mentón mientras se acerca lentamente para besarme. Este beso es distinto al otro, este es tierno, dulce, sus labios son carnosos y suaves. Me separo de él y le sonrío. - Hasta mañana.

- Adiós.

Bajo de su coche y camino deprisa hasta mi puerta. Cuándo entro en casa, no hay nadie, podría acostumbrarme a esto de tener la casa para mí sola. Subo a mi habitación y entro en el baño. Me miro en el espejo y respiro hondo tres veces, enciendo el grifo de la bañera y me desvisto.

Cuándo ya son las diez, voy al garaje y me subo a la moto. Recuerdo que tengo la caja con todo lo de Kylie en el coche y el coche está en el gimnasio. Enciendo la moto y acelero.
Cuando llego al gimnasio, paro el motor y aparco bien la moto. Cuando me subo al coche, me quedo sentada con las manos aferradas al volante sin hacer nada, mirando fijamente la puerta, deseando qué él salga o entre por ella. Y parece qué el universo ha oído mis suplicas, porque su coche acaba de aparcar tres parkings al lado de dónde estoy yo. Cuándo veo qué se baja, hago lo mismo. Lo alcanzo antes de qué pueda entrar.

- ¿Por qué te has ido?

- ¿Por qué tenía que quedarme?

- No me contestes con otra pregunta.

- No pintaba nada ahí.

- Si qué pintabas Matt, eres un gran amigo y... - Suelta una carcajada que me cabrea. - ¿Qué?

- Así qué soy un gran amigo, ¿no?

- Pues sí.

- Está bien, pues soy un gran amigo y ahora si me disculpas, me largo a entrenar.

- Pues vale. - Me doy la vuelta y oigo qué dice algo por lo bajo.

- Sólo un gran amigo... - Me giro para replicarle pero ya ha entrado. Camino con paso rápido hacia el coche y me subo dando un portazo. Enciendo el motor y me pongo en marcha hacia el hospital.

I WANT MORE (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora