Los vampiros, brujos y lobos se han mantenido en secreto durante siglos, según ellos, nada podría hacerlos cambiar de opinión. La academia Haywood resguarda a seres mágicos y los ayuda a para su futuro, aunque todo parece cambiar luego de la llegada...
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A GAME WITH NORMAL PEOPLE
LYRA. Los entrenamientos son algo que no estaba acostumbrada a ver, no se exactamente que es lo que hacen. Hace un año fui a una escuela nomag para pasar desapercibido y jamás vi algún entrenamiento de algún deporte, creo que fue ahí cuando el señor Michelson me encontró por allí.
Camille, Ethan y yo estábamos en las gradas mirando, habían porristas entrenando también. Camille técnicamente me había traído engañada, dijo que no vendríamos a ver u a Orion, o a Max, sino a los dos ya que ambos están en el equipo.
— ¿Sólo juegan lacrosse? —les pregunté a ambos, asintieron.
— A veces jugamos otros deportes, van cambiando dependiendo el año pero el lacrosse siempre esta —respondió Camille.
— Entiendo —mire a Ethan—. ¿Y tú por qué no estás en el equipo?
— No me interesa —contestó indiferente.
— ¿No te interesa o aún no superas el incidente de hace dos años? —Camille lo desafió, Ethan frunció el ceño.
— ¿Que pasó hace dos años? —le pregunté a Camille, sabía que Ethan no iba a responder.
— Muy probablemente tuvimos que borrarle la memoria a un chico porque deje salir mis colmillos y mis ojos cambiaron de color frente a él —murmuró Ethan.
— No es cierto —murmure divertida, Ethan me miró—. ¡No es cierto!
Comencé a reír y Camille me siguió la risa, Ethan fruncía el ceño mientras tomaba algo de un vaso.
— Dejen de reírse, no es gracioso —bufo.
— Tienes razón, no es gracioso —me detuve y mire a Camille—. ¡Es muy gracioso!
— Son un dolor de cabeza —gruñó Ethan.
(...)
Ya era de mañana, hoy era el gran partido que toda la escuela esperaba. Sé que en unos minutos llegarán los de la escuela nomag para prepararse para el partido, no sé que tan bien saldría pero me gustaría que nuestro equipo lo ganara. Estaba poniéndome mi sudadera mientras Camille me esperaba sentada en mi cama, James entró a mi habitación.
— Iré a ver si a Jackson le falta algo —murmuro Camille y se fue.
