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LYRA.
Eddie y yo estábamos en el techo de las cabañas de los vampiros, habíamos conseguido unas cervezas después del baile y ambos estábamos sentados mientras bebíamos y charlábamos.

— Realmente esa chica me impresionó —comentó él para después beber de su botella—. No se veía como ese tipo de persona.

— La creí mejor persona, es todo un monstruo —murmuré.

— Parece serle muy fiel a la persona que se refería —Eddie me miró.

— Será peligroso —dije—. Ella tiene mucho poder, debe ser esa marca en su hombro y cuello, él le está dando poder para cumplir algo.

— Nos acercaremos con cuidado, tranquila —Eddie tenía una mirada reconfortante, sonreí.

— Ojalá sea lo bastante tonta para no darse cuenta —bebí de mi botella.

— Eres ruda —Eddie rió ligeramente.

— Lo sé —reí.

Mire a Eddie, la luz de la luna reflejada en su piel se veía bien, lo hacía lucir realmente sexy en cierto sentido. Creo que el alcohol está empezando a afectarme. Ambos bajamos del techo.

— Gracias por invitarme, Eddie —le dije y lo mire.

— No me agradezcas, Ly, fue un placer estar contigo hoy —Eddie me sonrío.

Sentía la necesidad de acercarme a él, su rostro se veía más atractivo a la luz de la luna, sus finos labios y sus ojos con destellos dorados. Me acerque a él para abrazarlo, y eso hice, lo abrace.

— Esto es nuevo —se burló, reí.

— Cállate, estoy algo ebria —me excuse.

— Estamos algo ebrios —me corrigió, rodee los ojos.

Podía sentir una ligera tensión entre ambos, la necesidad de acercarme más a él crecía cada vez más y más. Me separé del abrazo quedando cara a cara con él, nuestras miradas se conectaron inmediatamente. Pase mis manos detrás de su cuello y lo bese, al principio parecía sorprendido pero luego me correspondió posando sus manos en mi cintura, sus labios se movían en sincronía con los míos, encajaban bien, como si estuvieran hechos el uno para el otro. Unos segundos después nos separamos por la falta de aire y nos miramos.

— Estoy bastante sorprendido —murmuro gravemente.

— Cállate y bésame.

Lo jale del cuello de su camisa juntando nuestros labios nuevamente. Inconscientemente comenzamos a caminar tratando de entrar a la cabaña, abrí la puerta y cuando entramos, Eddie la cerró. Sus besos bajaron por mi mandíbula hasta mi cuello, sonreí ligeramente.

𝐓𝐑𝐈𝐁𝐑𝐈𝐃 #𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora