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ONE JOB, GOOD WORK

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ONE JOB, GOOD WORK

LYRA.
Una vez James y yo llegamos a la ciudad, lo tome de la muñeca dirigiéndome a las tiendas del centro.

— ¿De que te disfrazarás? —me preguntó.

— Aún no estoy muy segura —dije y lo mire—. ¿Y tú?

— Pensaba en algo antiguo —dijo mirando la ropa de la tienda.

— Tuvimos un baile medieval hace casi un mes, creerán que reciclaste ropa —dije.

— Me da igual, no lo viví —bufo.

— Podrías ser un zombie antiguo —le sugerí.

— Claro, buena idea —me sonrió.

— Oye, James.

— Dime.

— El otro día.. cuando estabas en el bosque.. ¿r-recuerdas algo de lo qué pasó? —le pregunté.

— ¿En el bosque? Creo que no.. lo siento —James suspiro.

— No importa —sonreí ligeramente.

— ¿Segura que está bien? Tu cara dice que parece importante —James hizo que lo mirara.

— Si, tal vez creí que recordarías el día que te salve la vida —reí con ironía de forma divertida.

— Claro que lo recordaré, Lyra —James sonrió.

— Si, lo sé...

Seguí mirando alguno que otro traje para mi disfraz. Realmente representaban muy mal a las brujas aquí, ninguna usa esos vestidos morados y feos, además de esos sombreros y narices puntiagudas.

— Hey, Lyra —James me llamo, lo mire—. ¿Que te parece esta peluca?

— Pero es una peluca gigante, y de la sección de chicas —dije.

— Dijiste que no sabías de que disfrazarte aún —James de acercó con la peluca—. ¿Por qué no te disfrazas junto conmigo?

Lo mire atónita. Era cierto qué tal vez por un milisegundo lo pensé, pero creí que sería una mala idea, pero si él me lo pedía era algo distinto.

— ¿Está bien que me disfrace contigo? —le pregunté.

— Claro, soy yo quien te lo está pidiendo —James sonrió.

— Está bien, supongo que puedo usar mi vestido —asentí.

— Genial, pensé que podríamos comprar sangre falsa en vez de usar la de animal, tentaríamos a los demás si la usamos —James añadió, lo mire.

— Tienes razón —mi teléfono sonó, lo saqué y me di cuenta que era Caroline.

— ¿Te llaman?

— Si, dame un segundo —conteste la llamada y me aleje de James—. Hola Caroline, ¿todo bien?

— Lyra, hola, si, todo bien —Caroline suspiro—. Sólo que me dijeron que ya podías traer a James de vuelta a la academia.

— ¿Ya terminaron? Bueno, eso fue rápido —murmuré.

Si, tráelo lo antes posible, estamos dando los últimos detalles —Caroline colgó la llamada.

Guarde mi teléfono otra vez y volví hacia James, él me miraba algo confundido.

— Creo que sólo comprare esto, ¿volvemos a la academia? Estoy un poco cansada —me estiré falsamente.

— Claro, vamos —James sonrió.

(...)

— ¿La pasaste muy mal por Katerina?

El brillo de la luna golpeaba la piel de James, siempre nos encontrábamos en este tipo de situaciones, pero cuando me fije en la piel de una persona...

— Un poco, intento torturarme, se metió a mis sueños y más cosas, pero prefiero no mencionarlas —reí nerviosa.

— Lo siento, fue mi culpa —murmuro, lo mire—. Trate de protegerte, soy demasiado...

— Cobarde —termine su frase, James me miró confundido—. Lo dijiste el otro día, y déjame decirte que no eres nada cobarde, James.

— ¿Tú crees?

— Fue bastante valiente arriesgarte por mí, lo único que puedo decir es gracias, James —lo miré—. No cualquiera se hubiera arriesgado de esa forma.

— No lo creo, tal vez Ethan lo hubiera hecho —James miró en cielo.

— Ethan probablemente hubiera ido contra ellos sin dudarlo, hubiera muerto en el intento —dije riendo un poco—. Esperar casi siempre es la mejor opción, después de todo, siempre debes buscar el momento perfecto para salir del problema.

— Siempre trataré de protegerte, Lyra —James sonrió—. Por cierto, ¿por qué me trajiste aquí? Recuerdo que te traje aquí en tu cumpleaños hace unos meses.

— Si, bueno, a los chicos y a mí se nos hizo muy injusto que no pudieras pasar un buen cumpleaños por culpa de Katerina y lo demás —comencé a contarle—. Así que decidimos hacer esto.

Abrí la puerta de la cabaña y allí estaban los chicos sonriéndole a James, él enseguida me miró y luego a los chicos, y luego a mí otra vez.

— ¿Ustedes hicieron esto para mí?

— ¿Y para quien más? El único cumpleaños que faltaba era el tuyo —Jackson se acercó a James y lo abrazó—. Feliz cumpleaños, amigo.

— ¿De verdad lo hicieron por mí? —James murmuro.

— Hay una sorpresa más, ¿donde está? —mire a Ethan.

— Debíamos ir a buscarlo, puedo ir-

— Yo iré —lo interrumpí.

— ¿Segura?

— Claro, vuelvo enseguida.

Salí rápidamente de la cabaña caminando hacia la academia, esperaba encontrarme con Chase allí. Él realmente quería ver a James después de tantos años, y esperaba cumplir con eso. Entre y lo vi enseguida, venía caminando hacia acá.

— Lyra, ya volvieron —Chase se acercó rápidamente—. Significa que...

— James está listo para su sorpresa —sonreí, Chase hizo una mueca—. Creo que le encantará verte, después de tanto tiempo necesita a su familia.

— Eso espero —murmuro.

— ¿Desde hace cuanto tiempo existen las cabañas? —le pregunté tratando de distraerlo del tema.

— Oh, las hicieron en mi último año aquí, tal vez como hace cinco o seis años —dijo tratando de recordar.

— Wow —murmure—. Espera, a la academia entras con once, ¿tú y James no estuvieron al mismo tiempo aquí?

— No, James entró con trece, así que jamás coincidimos —Chase respondió, asentí.

Llegamos fuera de la cabaña, Chase suspiro fuertemente y lo mire, abrí la puerta haciendo que la mirada de los chicos cayera sobre mí.

— Traje la sorpresa —sonreí—. Vamos, entra...

— Hola —Chase entró, cerré la puerta detrás de mí admirando la escena.

— ¿C-Chase? —James murmuro.

— ¿Como estas, hermanito? —Chase rió.

James se lanzó sobre Chase abrazándolo enseguida, el alivio me inundó por completo. La vida de James volvía a la normalidad de a poco y eso me alegraba, a todos nos alegraba en realidad.

𝐓𝐑𝐈𝐁𝐑𝐈𝐃 #𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora