Los vampiros, brujos y lobos se han mantenido en secreto durante siglos, según ellos, nada podría hacerlos cambiar de opinión. La academia Haywood resguarda a seres mágicos y los ayuda a para su futuro, aunque todo parece cambiar luego de la llegada...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
IT'S NOT EASY
LYRA. El señor Michelson nos encargo a Ethan y a mí pasar la noche en la enfermería cuidando a Annette y a Caroline. Apostaría un dólar a que Jackson estará de chape aquí.
— Vigílenlas, cuando crean que ya nada vendrá, podrán dormir —nos indicó y se fue.
— No puedo convertirme en vampiro por nada del mundo, arruinaría el linaje de la familia y me desheredarían —Caroline suspiro aterrada.
— No puede ser tan malo, pero mis padres se volverían locos —comentó Annette.
— Yo ni herencia tengo, así que será mejor que se duerman —les dije a ambas.
— ¡¿Dónde está?! —la voz de Jackson retumbó por toda la enfermería, él trataba de entrar pero no podía—. ¡¿Por qué no puedo entrar?!
— La puerta está hechizada, al igual que las ventanas y todas las entradas posibles —respondió Ethan.
— Tranquilo, Jack, estoy bien —Annette le dijo a Jackson.
— Más te vale no matarla —Jackson me dijo, reí.
— La estoy cuidando para que no la maten, no la matare, idiota —le dije irónicamente.
(...)
La mañana ya era un desastre, Caroline estaba bien, pero no Annette. Llevábamos diez minutos tratando de despertarla pero nada funcionaba, mire a Ethan asustada.
— No le hemos tomado el pulso —le murmure, me miró.
— Imposible —siseó, mire a Annette.
— Tómale el pulso —le indiqué.
Ethan se acercó entre temeroso, nervioso y asustado a Annette, puso dos dedos en el cuello de Annette y luego en la muñeca me miró. Podía ver el terror y la sorpresa en sus ojos.
— Sin pulso —finalmente habló, Caroline suspiro asustada.
— Estamos fritos, muy fritos —dije llevándome una mano a la cabeza.
— Esto es malo, muy malo —Caroline se desespero.
— ¿Y cómo se lo diremos al señor Michelson? ¡Nos va a expulsar! —Ethan exclamo.
— Tranquilos, que aún no cunda el pánico. Sólo debemos esperar un poco para ver qué pasa —trate de tranquilizarlos.
— ¡Chicos! ¿Cómo van allá adentro? —el señor Michelson nos habló desde la puerta.
— Iré yo —dije y me acerque a la puerta—. Hola señor Michelson, vamos bien, ahora despertaremos a Annette y sería todo.
