Los vampiros, brujos y lobos se han mantenido en secreto durante siglos, según ellos, nada podría hacerlos cambiar de opinión. La academia Haywood resguarda a seres mágicos y los ayuda a para su futuro, aunque todo parece cambiar luego de la llegada...
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MONSTER
LYRA. Ya habían pasado tres semanas desde que llegue, todo iba bien hasta ahora. Había conocido a algunos chicos más de la manada de lobos y me llevaba bien con ellos, aún no he tenido la oportunidad de llevarme con los vampiros pero estaba esperando el momento perfecto para hacerlo.
— Y con eso concluimos el gel curativo, ¿alguna pregunta? —el profesor habló, nadie dijo alguna palabra—. Como al parecer no hay dudas, su trabajo será exponer sobre los nutrientes del gel con alguien de una casa distinta, yo haré las parejas esta vez.
El profesor hizo unos movimientos con su mano y aparecieron pequeños papeles en los escritorios al revés, tome el mío y lo di vuelta.
Weasley, James.
Voltee a ver a James, él me sonrió cálidamente y volví mi vista al frente.
— Ya váyanse, la clase termino —tome mi mochila y salí del salón.
Enseguida tome camino a la biblioteca para buscar unos libros para el trabajo, me fui a la sección de la clase de curaciones mágicas y comencé a buscar. Con mi mano eleve unos libros que estaban más arriba y los tome, los hojeé para asegurarme que si servirían para el proyecto. Tome tres libros, me dirigí al escritorio de la bibliotecaria y firme el papel para sacar los libros.
— Hola Lyra, ten un lindo día —Caroline pasó junto a mí muy sonriente, fruncí el ceño.
Eso fue extraño, debo admitirlo, muy extraño. Salí de la biblioteca y en el camino James me encontró, se dirigió directamente a mí.
— ¿Hacemos el proyecto? —me preguntó.
— Entra por la ventana a mi habitación, te veo allí —le dije.
Corrí más rápido gracias a los poderes de vampiro llegando a mi habitación en segundos. Me senté en mi cama mientras esperaba a James, minutos más tarde llegó con pergaminos y plumas mágicas para hacer el trabajo.
— Comencemos de una vez —dijo dentándose en el piso.
— ¿Sabes que es lo más gracioso que me ha pasado hoy? —le dije con una sonrisa.
— ¿Que cosa? —me preguntó.
— Caroline fue amable conmigo, sin alguna razón —dije, James rió ligeramente.
— ¿Amable contigo? También fue amable conmigo —se rió.
— Hola —la puerta se abrió dejando ver a Caroline—. Ohh, lo siento por interrumpir, los dejo. Sin van a hacer algo usen protección, aunque tener sobrinos no estaría mal, mhm.
Lo último lo dijo con una pequeña risita y se fue, fruncí el ceño mirando a James, él también se veía muy confundido por aquella actitud de Caroline. Cualquiera lo estaría.
