Los vampiros, brujos y lobos se han mantenido en secreto durante siglos, según ellos, nada podría hacerlos cambiar de opinión. La academia Haywood resguarda a seres mágicos y los ayuda a para su futuro, aunque todo parece cambiar luego de la llegada...
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AS FRIENDS, ISN'T IT?
CAMILLE. Lyra estaba en mi habitación, eran las 06:30 a.m y por alguna razón, ella y yo estábamos despiertas. De mí tal vez lo entienda, suelo levantarme mucho más temprano que ella pero soy yo quien a veces tiene que ir a despertarla.
— Déjame ver si entendí —le dije mirándola, asintió—. ¿Evitarás a James escapando de la escuela un día completo, no sabes si le correspondes a sus sentimientos y vas a pensar pero a cincuenta kilómetros de aquí?
— En resumen, si —asintió dándome la razón, fruncí el ceño—. Sé que suena un poco inmaduro, pero no me enseñaron muchas formas de enfrentar los problemas.
— De hecho —me senté en mi cama junto a ella— es una grandiosa idea, pensar no le hace mal a nadie, sobre todo si estas realmente confundida.
— Por eso te quiero, Cam —apoyo su cabeza en mi hombro—. Por cierto, ¿has visto a Jackson?
— No desde que se fue con Annette, de seguro están en la habitación secreta de Jackson —hice una mueca, Lyra rió.
— Debes dejar de ser tan inocente, Cam, algún día tú harás lo mismo y seré yo quien se ría en tu cara —se burlo ella, se quedó quieta por un segundo y me miró—. Alguien viene, me esconderé en tu closet.
— ¿Que? —murmure confundida.
Era demasiado tarde, Lyra ya se había metido a mi closet antes de que pudiera responder mi pregunta, bufé. Escuche unos ligeros golpes en la ventana, confundida, me acerque a esta y la abrí. Max estaba ahí, su piel brillaba bajo la poca luz de la luna haciéndolo ver bastante bien.
— Que bueno que aún estás despierta —dijo apenas me vio, sonreí.
— ¿Que te trae por aquí? —le pregunte directamente.
— Verás, todos en la tarde irán al lago cerca de aquí, pero la verdad me da pereza y escuche como te quejaste que a ti también —dijo, fruncí el ceño—. Así que me preguntaba si tal vez te gustaría salir por el pueblo en la tarde, como un tipo de cita.
Palidecí. Hace casi un año que alguien no me invitaba a una cita formalmente y mucho menos de esta forma. Estoy segura que Lyra debe estar aguantando una gran carcajada en el closet.
Esa desgraciada con suerte.
— Umm, claro, me encantaría —respondí, sonrió.
— Genial, pasaré por ti a las cinco —dijo y sin más se fue, cerré la ventana y las cortinas, mire a mi closet.
— Ya puedes salir, Ly —bufé.
Lyra soltó una gran carcajada apenas abrió la puerta del closet, estaba roja de tanto reír. Rodee los ojos divertida mientras la veía ahogarse con su propia risa.
