El ultimo adios.

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El líder Jiang WanYi se encuentra en su estudio, inmerso en un mar de papeles y firmas. Sin embargo, su   concentración se ve constantemente interrumpida por Jiang Xi Chen, quien deambula de un lado a otro en la habitación. El jade sale al balcón con frecuencia, apoyándose en la baranda mientras mira al cielo, como si esperara algo o a alguien. En su rostro, se refleja su profnda aflicción.

Jiang WanYi ha perdido por completo la concentración y ya no puede cumplir con sus deberes. Frustrado, arroja todo sobre el escritorio y se recuesta en el respaldo de su silla, observando a su esposo que a pesar de ser mayor que él, se muestra con un comportamiento infantil.

Cuando Jiang Xi Chen comienza a morder sus delgados y hermosos dedos, el líder Jiang pierde toda paciencia. Se levanta de su asiento y avanza decididamente hacia el jade. Lo toma entre sus brazos, protegiéndolo y mimándolo con calidez. Jiang Xi Chen se tranquiliza, sintiéndose acogido mientras intenta mirar el rostro de su esposo. Sin embargo, Jiang WanYi coloca su mano en la cabeza del jade, manteniéndolo cerca de su pecho por un momento más.

- ¿Por qué? - pregunta el loto blanco de Jiang, con voz quebrada. Sin recibir respuesta, es alzado del suelo al estilo nupcial y llevado a una banqueta en el balcón. Está claro que es Jiang WanYin quien se sienta con su esposo en sus piernas. - ¿Dónde está? - se refleja una gran angustia en A'huan.

¡Ya sabes dónde está! - responde el líder Jiang, sujetándole la barbilla. - Debes acostumbrarte. - Le besa en la mejilla.

Pero no he visto ninguna bengala estallar - dice el jade preocupado.

Si no lo ha hecho, es buena señal, ¿no crees? - le acaricia el cabello con paciencia.

El jade continúa angustiado:

¿Y si le pasó algo y no alcanzo a mandar la señal? - sus ojos se cristalizan. - ¡Tengo miedo...!

En ese caso, alguien más va a mandar la señal - trata de consolar a su temeroso esposo, quien en cualquier momento podría estallar en llanto.

Debo ir con él - intenta soltarse de los fuertes brazos del loto.

¿Podrías confiar un poco más en tu hijo? - pregunta WanYin tomando el rostro de su esposo con ambas manos.

¡Pero...! - y es aquí cuando las lágrimas del jade empiezan a caer. - ¿Si de verdad le pasó algo?

Nuestro hijo ya tiene dieciocho años y es muy fuerte, porque mi madre, mi padre, tú y yo lo entrenamos personalmente. No le pasará nada - besa la mejilla de Jiang Xi Chen.

A'huan...

¿Mnh?

¿Podrías, por favor, calmarte? - besa los labios de su esposo antes de que le responda.

A'cheng - dice entre jadeos el loto blanco - no me distraigas.

Si no lo hago, te dará un ataque de angustia - dice el líder Jiang sin dejar de besarlo.

¡Madre, padre...! - aterriza Jing Yi en el balcón - estoy de regreso - corre sin detenerse hasta donde está su padre y, sin ningún tipo de etiqueta, toma a su madre en sus brazos al estilo nupcial, quitándoselo a su padre.

Mi pequeño cachorro - lo rodea del cuello, feliz por verlo de regreso sano y salvo.

¡Madre...! - le mira con una amplia sonrisa en su rostro - ¿Cuándo va a ser el día en que dejes de llorar por mí? – besa la frente de su amada madre.

Nunca... - se aferra a su hijo, quien le sujeta con firmeza de la cintura.

Vamos a tomar el té debajo de algún árbol - sin soltar a su madre, monta su espada y se van.

Mo dao Zu Shi. Contigo en la oscuridad de mi luz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora