Asalto, nacimiento, reencuentro.

259 27 3
                                    

Yunping es un pueblo al igual que cualquier otro, uno en el que lentamente se está formando una secta bajo el mando de Jin Guang Yao, por lo tanto, debido a su labia, el líder tiene una gran cantidad de discípulos. El resto solo son personas común y corriente, por lo tanto, cuando descubrieron a lo lejos volando por los cielos a un grupo de cultivadores que se acercaban al pueblo, los ciudadanos se escondieron en el interior de sus casas. Los cultivadores llegaron a tierra sabiendo que podrían estar rodeados y que son blanco fácil. Sin bajar la guardia y con precaución se desplazaron por las calles, observado con determinamiento alrededor.

- no hay nadie en las calles - hace notar Nie MingJue.

- y no veo a ningún cultivador, al decir verdad no siento la presencia de ninguno - responde Jiang WanYin- mirando el entorno tratando de encontrar indicios de que están siendo acechados.

- ¿qué los trae a mi pueblo? - aparece preguntando Jin Guang Yao - ¿quiénes son, por que no muestran sus rostros? - el líder Nie y el joven Jiang se miran a los ojos, no saben que decir - ustedes fueron los que atacaron a los Wen... ¡por favor no nos lastimen! - ruega con una reverencia y notando que debajo de esas ropas y mascaras no logra reconocer a nadie, pero está seguro de quienes son y que hacen ahí - en este pueblo solo hay personas común y corriente, que no le han hecho mal a nadie.

- Estamos aquí, por que buscamos a alguien - dijo un enmascarado sin haber recibido una orden, para que aquel que tienen en frente no reconozca a ninguno de los dos que vienen a la cabeza del grupo.

- pueden buscar todo lo que quieran, en cada rincón y en cada casa como lo deseen - Jin Guang Yao no esperaba que uno de los subordinados hablara por los que vienen a la cabeza, por lo tanto, no reconoció la voz del que hablo tras la máscara - ¡pero por favor! - se puso de rodillas con el rostro al suelo - no hagan lo mismo que hicieron en Qishan Wen. La idea de culparlos por lo ocurrido con los Wen es para despistar, pero no sirvió de nada porque los principales interesados no creen en nada esa humilde sumisión que el Jin les muestra.

La carreta se detiene cerca de un río con la excusa de ir por agua y calentar un poco, en el fondo no es tan mentira por que el jade va a necesitar agua caliente en caso de que el bebé llegue a medio camino. El acompañante extra, con el que no se contaba su compañía, prepara algo para que el jade pueda comer, pero agotando toda paciencia Xue Yang, este saca su espada e intenta ir directo al grano, pero su acompañante que esta de espalda lo percibe y alcanza a esquivar el ataque.

- ¿qué crees que estás haciendo?

- me deshago de los estorbos- responde Xue Yang como si nada.

- ¿qué te hice?

- no te conozco y arruinas mis planes- responde con simpleza.

- ¿qué le vas a hacer al joven Jiang? - pregunta preocupado.

- no te importa.

- niño, en eso te equivocas – dice aquel, sin dejar de apuntar con su espada, en posición de defensa.

- si te lo digo no te va a servir de nada ya que vas a estar muerto – con su espada golpea la punta de la espada del otro, queriendo tantear terreno.

- ¡qué valiente niño! - se ríe aquel hombre ante un mocoso desafiante. Jiang XiChen que está escuchando la conversación con mucho esfuerzo se sienta para ver a través de una de las ventanillas y ve como los dos se desafían con sus respectivas armas en mano y en posición. Entonces el enfrentamiento empieza, claramente el jade puede ver que el mayor que debe bordear los treinta años es un Wen, lo descubrió por su estilo de lucha y la pregunta es ¿qué hace un Wen bajo el mando de Jin Guang Yao?, eso es imposible, pero en realidad no sabe nada de lo que ha ocurriendo en el mundo, sobre todo si en los últimos meses la paso encerrado, pero lo que más lo tiene impresionado es el niño, su nivel de pelea por muy irreal que sea es casi igual al de su oponente, se ve que más que valiente es osado, no hay miedo en sus ojos que es lo que más le aterra ya que el sadismo brilla en su mirar, es como un animal a punto de matar y por lo que ve, el mocoso se burla descaradamente de su mayor, el estilo del niño es impecable, con experiencia, su mano no tiembla....

Mo dao Zu Shi. Contigo en la oscuridad de mi luz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora