Lánzame Un Último Beso (TERMINADA)

cap. 19 - terrible excusa, lo sé

Hoy es el día de la grabación para el concurso al que me sumé junto a TQV. Han sido días y días de práctica, que junto a los trabajos que mandan del instituto, han vuelto de estas dos semanas una completa locura. El tiempo ha volado y a duras penas me he percatado del paso de los días. No obstante, el cansancio que cargo pasa a segunda plana con el entusiasmo por grabar el vídeo. Es una versión unplugged del demo escrito por la propia banda. Pienso que todos quedaron satisfechos con el resultado final del ensamblaje a pesar de lo complicado que fue, puesto que es más fácil dejar contento a Harry que a su sobrino.

—Hey, aguas aromáticas, ¿ya bajas?

Me sigue llamando así, creo que ha agarrado más confianza después de aquel ensayo en su casa. Siento que se han debilitado un poco sus muros, sin embargo, el chico sigue siendo un gran enigma para mí. ¿Y ese beso? Sigue pendiente.

—La paciencia es una virtud, Ian —grito de vuelta.

—Buen dato, Owen. ¿Quieres que vaya a buscarte y te haga bajar?

Ruedo los ojos ahogando una carcajada:

—No es necesario.

—Muy tarde, ya estoy aquí.

Me vuelvo hacia él de un sobresalto, sin saber cómo llegó tan rápido, ¿acaso se teletransportó hasta aquí? Arrimado casualmente al marco de la puerta, me estudia de arriba abajo, con una sonrisa ladina. Se le marca uno de sus hoyuelos con el gesto.

—Estás lista, ya vamos —me hace un ademán hacia el pasillo.

Me da la espalda y espera pacientemente. Ahogando una carcajada, corro hacia él y escalo su torso, al instante pasa sus manos bajo mis rodillas para sostenerme. Esto se volvió una especie de tradición entre ambos desde el día en el que, por su culpa, lastimé mi tobillo. Realmente no fue nada grave, sin embargo, Ian se sentía tremendamente culpable. Tanto, que ese día me llevó cargada igual que hoy hasta el estudio de Harry, después me bajó. Y los siguientes ensayos, mantuvimos el hábito. Incluso en su casa, ¿recuerdas?

Sé que no tengo el peso de una pluma, de todas formas, sigue sorprendiéndome que cada vez que me vuelve a depositar sobre el suelo, él sigue fresco como una lechuga. Ni siquiera se agita.

—¡Lily, te ves muy bien! —me halaga Dallas al llegar a la sala de ensayos.

—Tú también, Boyce —su comentario rebota, y cuando le guiño un ojo para agregarle dramatismo a mis palabras, el muchacho coloca una mano sobre su pecho, con la misma intención que yo. Se deja caer sobre la pared blanca de la sala de ensayo, exclamando unos muy tétricos "oh dios mío, Cupido acaba de dispararme" que interrumpen mi papel para hacerme romper en risas.

La grabación se realizará en este lugar. El sonido resuena sin eco alguno y con bastante claridad. Además, la decoración del lugar es impresionante y le va a dar un ambiente bastante rockero, lo cual puede considerarse como una pequeña ventaja a nuestro favor: hay amplios focos color atardecer que iluminan a lo largo de la habitación, dejando destellos en la sonrisa coqueta de Elvis Presley. Harry dispuso micrófonos que cuelgan por encima de nuestras cabezas y están fuera de vista de cámaras ya instaladas. Una sonrisa se dibuja en mi rostro al notar todos los detalles que él se ha esforzado en incluir. En definitiva, no escatimó en recursos para la grabación del videoclip de la primera fase del concurso, la cual consiste en subirlo a Youtube para la valoración de los jueces a través de la plataforma y la introducción de los participantes al público. Si logramos un buen puntaje en dicha etapa, la segunda consiste en una batalla de bandas presencial entre los participantes, donde se presentan tres finalistas por distrito, que, en la tercera fase, se enfrentarán en un duelo final, presencial también, en el cual, se evaluará la cantidad de apoyo que reciban en esta última interpretación. La campaña publicitaria del concurso está por todas partes, de manera que todo aquel con una entrada para el festival, tiene derecho a participar en las votaciones del concurso. Y estamos hablando de mucha gente. El asunto es más grande de lo que quiero imaginar.