cap. 33 - no caigan tan bajo

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—Vaya, alguien está de muy buen humor —opina Jessie, se le forman tres delicadas líneas en las esquinas laterales de sus ojos cuando me dedica una sonrisa radiante.

Me quito los audífonos para poder escucharla mejor, entonces me percato de una vergonzosa verdad:

—No me digas que vine gritando como gallinazo mientras cantaba.

—Bien, no te lo diré —se carcajea—. Pero además de eso, tienes un brillo extraño en ti.

Esa frase me causa un estremecimiento y rápidamente, mi sonrisa se transforma en una mueca de disgusto. Sus chillonas risotadas se potencian y resuenan por todo el hall, antes de que añada:

—¿Tan malo fue lo que dije?

—Terrible, demasiado cursi —entre risas cómplices, me acerco a ella—. ¿Ya inició el ensayo?

—Debería haberlo hecho, si tan solo Harry hubiese llegado a tiempo —rueda los ojos—. Me dijo que no le tomaría tanto ir a retirar un paquete, pero ya ves.

Sacudiendo su cabeza, me envía un beso volado de despedida. Así que me dirijo al cuarto de ensayos, donde mi oído me indica que está invadido ya por los cuatro integrantes de TQV. Asomo mi rostro con algo de pena, verlos y escucharlos riéndose con tanto ahínco, me intimida un poco. Por lo general, veo que se llevan bien, en particular Ian con Cameron, y Dallas con Kian. Sin embargo, hoy están todos hablando entre sí, y los noto más relajados, felices y unidos. Se me ocurre que podría deberse al hecho de que pasamos a la tercera fase del concurso. Aunque creo que va más allá de ello. Sé que han sido amigos de toda la vida, son algo así como hermanos. Y no voy a mentir, me siento un poco fuera de lugar al tratarme de "la recién llegada".

—Hola chicos.

Finalmente, decido entrar. Dejo mi bolso sobre uno de los mullidos sillones negros, percatándome de que Kian y Dallas parecen muy concentrados intentando sacar los acordes de una canción, razón por la cual, a duras penas reciprocan mi saludo. Cameron está agachado en el piso, acomodando los dedos del rubio en una parte en particular. Él me guiña el ojo cuando me dirijo a ellos, y responde:

—Hola Lily.

Mi atención pasa de él, hacia el castaño que está parado a su lado, con la vista fija en los acordes que Kian ha anotado en una libreta. Parece estar muy enfocado en lo que hace, tanto que ni se inmuta por mi llegada hasta unos segundos más tarde. Quizás es mi mirada fija la que lo hace percatarse de mí al final.

—Hey —pronuncia, dedicándome un vistazo fugaz, antes de volver a la partitura.

Mi sonrisa se invierte, me doy cuenta que deben estar muy ocupados como para que el chico me reciba con tanta indiferencia. Con sigilo, rodeo al grupo de muchachos, hasta dar con su silueta. Lleva sus manos dentro de su hoodie blanca, que le queda algo suelta. Paso mis brazos por su cintura, dejando mi torso en contacto con su espalda.

—Hey —murmuro en tono burlón, sintiendo como su tensión disminuye un poco entre mis brazos.

Noto como los ojos de Kian de desvían hacia mí temporalmente, con desagrado y apatía en sus pupilas. No me dejo amedrentar por ello. Tampoco pienso "robarle" a Ian, o algo por el estilo. Sólo quería un recibimiento más cálido, como los de costumbre. De todas formas, él parece no participar activamente de la actividad. Sólo supervisa.

—Estuve pensando que deberíamos tener un saludo secreto —le cuento, en voz baja. Eso parece captar su atención, gira el rostro hacia mí, antes de mover todo su cuerpo para enfrentarme. Eso me obliga a soltarlo.

No repone nada, sus ojos se mantienen fijos en mí. Entrecerrados, incrédulos. Ladeo mi rostro, sin comprender a qué se debe tanta frialdad. Él no suele ser así conmigo.

Lánzame Un Último Beso (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora