cap. 65 - lánzame un último beso

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Nota de la autora: ¿Están listxs? :'3 yo no mucho... Pero ya es hora. Así que vamos. 

Feliz último capítulo. 

***

—Zachary juega sucio. Siempre ha sido una asquerosa rata miserable.

Los rayos de sol se cuelan por el pequeño ventanal que decora el techo del auto de Darren. Calienta el vehículo y llena mi cuerpo de una sensación pesada y cargada de somnolencia. Sin embargo, los nervios que recorren mis venas, así como la conversación que tengo con el muchacho, impiden que me relaje demasiado. Veo el reloj. Son las 16:40pm, todavía faltan veinte minutos para que él llegue.

—La primera vez que te vi no fue en la casa de Mikaela —me atrevo a confesar—. Fue en Moon Town, era el cumpleaños de Marina y tú te acercaste a la mesa donde estábamos acomodados todos. No observaste a nadie más que a Zac, y estabas tan serio que intimidaste a cada uno de los presentes. Incluyéndome a mí.

—¿De verdad estabas ahí? —los rulos castaños del muchacho se sacuden cuando gira el rostro hacia mí—. Ese día fui a cerrar todo lo que tenía pendiente con Zac.

—¿Pendiente?

—Sí... Mi hermanita menor tiene un grave problema autoinmune de las articulaciones y vive con mucho dolor. Conseguir las medicinas que ella necesita siempre ha sido difícil y durante un tiempo fue casi imposible de hacerlo.

Cada cierto tiempo, una brisa veraniega azota el mirador y el polvo se eleva, lo que hace que el color azul marino del carro cada vez se vea más sucio y desgastado.

—Excepto por Zachary —continúa el muchacho—, lo conocí a través de internet y se convirtió en algo así como nuestro dealer de dichos medicamentos. Básicamente fue una salvación así que se tornó en alguien cercano para la familia, aunque debo admitir que a mí nunca me convenció del todo. Poco a poco, formó una amistad con mi hermana, la cual empezó a convertirse en algo más. Inevitablemente, ella cayó por los encantos del tipo y él no desaprovechó la oportunidad. Le endulzó el oído hasta tenerla comiendo de la palma de su mano, entonces empezó a utilizarla como un canal de venta de todo tipo de drogas dentro de su colegio. Ella mantuvo muy escondido el sucio negocio hasta que las autoridades se enteraron y amenazaron con expulsarla. Fue muy grave, porque ella siempre había sido una excelente estudiante y una niña muy sana. Nadie jamás imaginó que estaría metida en esas cosas.

—¿Ella consumía?

—No, no. Él se lo prohibió rotundamente y al menos lo embobada que estaba por ese pendejo le resultó bueno en ese momento, porque obedeció.

Me tomo un segundo antes de realizar la siguiente pregunta:

—¿Se lo prohibió porque ella le importaba o para evitar que le arruine el negocio?

Zac nunca me agradó, siempre sentí algo raro y desentonado en la energía que emitía. Además, con Marina era un patán y jamás podré disculparle por todo el daño que intentó causarle tanto a ella como a mí. Sin embargo, ¿puede ser que alguna vez tuvo un punto débil por alguien más?

Darren me arranca de mis pensamientos con un bufido irónico.

—No estoy seguro, pero si realmente se preocupara por ella, no la habría metido en ese mundo oscuro ni le habría traído tantos problemas.

En eso tiene razón. Me remuevo en el sillón de cuero, lo cual provoca un vergonzoso sonido que le roba una pequeña carcajada a mi acompañante. Le dedico una mirada asesina en respuesta.

—¿Qué ocurrió después?

—Mi hermana le devolvió los encargos lo que le había dado y él aseguró que la desvincularía de todo, pero básicamente rogó que tampoco lo delatáramos. Se disculpó y ofreció una suma elevada de la medicina que ella necesitaba, pero nada lograría que le permitiéramos acercarse a ella de nuevo. Aun así, me enteré que poco después le había escrito por internet. Así que, ese día en Moon Town cuando él creyó que sólo me entregaría el último paquete, le notifiqué que no sabía lo que tramaba pero que, si seguía buscando a mi hermana, le iría mal.

Lánzame Un Último Beso (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora