02

2.2K 308 5
                                    

Abrí los ojos en una habitación de hospital. No había nadie a mi alrededor, los pitidos de la máquina junto a mí eran toda mi compañía. Tenía una vía intravenosa en mi brazo derecho.

Mi corazón se aceleró.

¿Qué había sucedido?

Entonces la puerta se abrió y una enfermera entró.

-Joven Kanawut, ¿Cómo se encuentra?

Estaba aturdido.

-¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? -estaba por bajarme de la cama, no sabía a dónde iba, sólo seguía mi instinto.

-Tranquilo. -no me permitió levantarme. -Está a salvo.

Entonces mis últimos recuerdos volvían. Yo estaba parado junto a una fuente en Central Park; y luego ya no lo estaba. Y después...

Mi corazón se me quería salir del pecho. Afortunadamente mi padre entró a la habitación. No recuerdo nunca haber estado tan feliz de verlo.

-Gulf. -me estrechó entre sus brazos. -Gracias a Dios estás bien.

Cuando ambos estuvimos más tranquilos, volvió a hablar.

-Te secuestraron, Gulf.

Mi padre me contó que fui encontrado inconsciente, en una puerta trasera de aquel hospital en Nueva Orleans, aún llevaba conmigo todos mis documentos. Con lo cual supieron mi identidad y lograron dar con mi papá.

-No dejaron ni una nota. Tampoco pidieron rescate.

Hoy era Lunes.

¡Lunes!

Estuve casi tres días secuestrado.

-La policía quiere hablar contigo. Hay dos agentes afuera esperando a que despertaras.

Mi papá salió del cuarto y volvió con ambos agentes.
Comenzaron a hacer preguntas.
Mi papá no quitaba los ojos de mí. Estaba muy atento. Nunca lo había visto tan nervioso en toda mi vida.

-No recuerdo nada. -las manos me sudaban. -Sólo recuerdo el momento en que fui capturado.

-¿No recuerda haber estado consciente en ningún momento? -negué. -Cualquier cosa que recuerde sirve, joven.

Miré a mi padre nervioso.

-Lo siento... -dije.

Mi padre se acercó más a mí.

-¿Hay alguna posibilidad de que me hayan hecho algo? -tragó saliva.

Mordí mi labio de sólo pensar que pasé tres días con esas personas que muy probablemente eran asesinos o violadores... y seguía sin recordar nada.

Notó mi conflicto interior.

-Quiero que le hagan un estudio completo ahora mismo. -ordenó.

Los oficiales se retiraron un poco incómodos pero comprendían la situación. Dejaron una tarjeta por si llegaba a recordar algo.

Luego acompañé a una enfermera que se tomó muy en serio las órdenes de mi padre.
No me sentía mal o diferente físicamente en lo absoluto. Eso me tranquilizaba.

Pero entendía que debía de confirmarse. Yo mismo lo necesitaba.

La doctora dijo que ya se me había hecho un chequeo cuando me encontraron, pero lo volverían a hacer si eso nos tranquilizaba.

Sin embargo, por segunda vez, todo estaba bien. Nada me había pasado. Ni un solo rasguño.

Todo indicaba a que esto sólo quedaría como una fea experiencia. Pero algo en mí me decía que no había terminado.

Como si fuera posible. [MewGulf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora