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MEW

Tardó horas en dormirse, no lo consiguió hasta que Bright llamó para decirle que su amigo estaba estable. La operación había salido bien.

Debería haber hecho caso a mis instintos. Debí haber cancelado aquella salida en cuanto vi aquel coche aparcado en la esquina y el hombre que miraba hacia nosotros. Debí haber arrastrado a Gulf a casa en cuanto supe que sería difícil vigilar todas las entradas.

Pero no lo hice porque no quería tener que enfrentarme a él de nuevo. Quería que tuviera una vida lo más normal posible; y de ello obtuve una confirmación de que las cosas no son como antes.

Ahora es Derek quien tiene el poder, a Gilbert al menos podía manejarlo, pero a ese cabrón no, y encima ahora Gulf es su nuevo capricho.

Gilbert Kanawut sabía lo que hacía al presentarle a su hijo mayor a una de las personas con más poder e influencia en el país. De alguna manera, esa era su forma de protegerlo.

Estoy seguro de que si Gulf hubiera tenido otro tipo de carácter, hace mucho llevaría las riendas del negocio de su padre. Pero le tocó ser su As bajo la manga, en el mundo de su padre, Gulf era la gallina de los huevos de oro.

De lo fuerte que apreté mi copa, esta estalló entre mis dedos y me cortó.

Maldije entre dientes y metí la mano bajo el agua. La sangre fluyó, haciendo parecer al corte peor de lo que era. Me envolví la mano con un trapo y me senté para observarlo descansar.

Cuando supiera todo, seguro me odiaría. Así que verlo dormir tan profundamente era un privilegio que quería atesorar.

¿Qué iba a contarle? ¿Toda la verdad o sólo parte de ella?

Cerré los ojos recordando el momento en que juré no fallar en mi trabajo.

Me gustara o no, debía seguir con el plan.

Como si fuera posible. [MewGulf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora