Como si fuera posible. [MewGulf]

19

Por fin llegaron las vacaciones, y con ellas el avión privado de mi padre. Nunca me lo prestaba a no ser que fuéramos juntos, pero le pareció lo mejor porque seguía corriendo peligro. Mi hermana viajaría en avión comercial, pero por lo que sabía, también le pondrían seguridad.

De repente me hizo mucha ilusión mostrarle a Mew donde había crecido.

Sabía que en una casa tan grande ya no pasaríamos todo el día juntos, estaba seguro ahí dentro.

Una vez subimos en el avión, Mew fue a hablar con el piloto, yo aproveché que no estaba mi padre para sentarme en su asiento. Cuando Mew salió de la cabina, me echó un vistazo y pasó de largo hasta el último asiento.

Suspiré.

Sí, era cierto que nos llevábamos mejor desde que estábamos haciendo las lecciones de defensa. Él se tomaba sus tres horas cuando necesitaba "despejarse".

Una azafata nos indicó que estábamos a punto de despegar, entonces yo me desabroché el cinturón y fui hasta el final del avión. Me dejé caer junto a Mew, él tenía los ojos cerrados y la cabeza recargada al asiento.

-Vuelve a tu asiento, Gulf. -dijo sin abrir los ojos.

Me puse el cinturón. Ignorándolo.

Abrió sus ojos y me miró serio.

-Hay ocho asientos disponibles, ¿Y tú vienes a sentarte conmigo? ¿No es suficiente estar todo el maldito día pegados?

Por su tono, parecía ya bastante harto de cuidarme.

-Me da miedo el despegue y el aterrizaje. -dije mirando por la ventana.

Me sentí como un idiota, me estaba levantando para volver a mi asiento original pero me tomó del brazo y tiró de mí para que me volviera a sentar.

-¿De qué exactamente tienes miedo?

Se veía aún más guapo con el sol reflejado en sus ojos marrones. Él me miraba con la misma admiración, pero no dijo nada, lo preferí así.

-Cuando era niño, viajamos a España y una tormenta casi derriba el avión. Viajaba con mi madrastra, mi hermana y su madre, ella era muy pequeña. Todos ellos iban sentados ahí adelante. -dije señalando los primeros cuatro asientos. -Grace estaba dormida y ocupaba dos asientos, por lo que a mí me sentaron aquí atrás. Cuando iniciaron las turbulencias, nos pidieron que no nos moviéramos de nuestros asientos. Me entró tanto miedo que empecé a llorar pidiéndole a mi padre que viniera conmigo, Grace pegaba gritos infernales, pero tenía a su madre con ella, mi padre le gritaba a los pilotos. Como nadie me prestaba atención, me solté el cinturón y fui hasta él, pero otra fuerte turbulencia sacudió el avión y salí volando hasta dar con el filo de un asiento.

Mew me escuchaba en silencio.

-Aparte de la rajadura en mi cabeza, también me llevé una paliza de mi padre por haberme movido. -Mew estaba tenso, vi como apretó sus manos en puños. -Después de eso no volvió a ponerme un dedo encima pero sí consiguió el divorcio de Emma, pelearon la custodia de mi hermana, que obviamente mi padre ganó.

El avión se empezó a mover, volteé la vista hacia la ventana nervioso, sentí cómo tomaba mi mano.

Miré nuestras manos juntas y sonreí, lo apreté con confianza.

Una hora después, no podía pegar ojo, quería dormirme para sentir más corto aquel viaje. Mew tenía los ojos cerrados pero sabía que no estaba dormido.

-Mew. -lo llamé con voz bajita.

-¿Uhm?

-¿No tendrás una pastilla para dormir?