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Llegamos a casa rodeados de un completo silencio, sólo interrumpidos por las malditas lágrimas que no dejaban de caer por mis mejillas.

Me sentía un pedazo de carne, un objeto de intercambio, alguien sin opinión o sentimientos.

Iba directo a mi habitación cuando Mew me tomó del brazo y me hizo girar.

-Gulf.

-¡Suéltame! -perdí el control. -¡¿Cómo pudiste dejarme solo con él?! -mis manos lo empujaban una y otra vez, él sólo apretaba su mandíbula sin detenerme. -¡Dijiste que si volvía a tocarme lo matarías!

El siguiente empujón me hizo ahogar un grito de dolor, mis dedos seguían doliendo por aquel ángulo antinatural en el que fueron retorcidos.

Mew bajó sus ojos a mis manos y ellos se abrieron con horror. Su respiración se aceleró más que antes.

-¿¡Te lo hizo él!? -preguntó perdiendo también el control.

-¿Qué te parece? Se enojó porque lo llame gilipollas.

Me aparté de él cuando intentó tomarme la mano.

-Deja que te revise...

-¡No!

Seguía sin creerme que había vivido en carne propia lo que más odiaba de un hombre, y además había roto mis ideales al no ponerme a gritar y en su lugar, quedarme callado. ¡Por miedo! Maldito miedo.

-¿¡Por qué te fuiste!? -le grité mientas lo volvía a empujar.

Esta vez, Mew tomó mis brazos y me hizo girar, entonces mi espalda chocó con su pecho, con los brazos inmovilizados y su aliento en mi oído. Ahora sé que lo hizo para que dejara de lastimarme.

-Ahora trabajo para él, ¿Lo entiendes?

Me quedé paralizado cuando dijo aquello.

-Sé que si lo enfrento perderé el trabajo y ya no podré protegerte. Eres la única razón por la que sigo aquí.

Intenté tranquilizar mi corazón,

-¿Crees que no tuve ganas de sacar mi pistola en todo momento que estuve allí?

Sus labios se posaron en un punto de mi cuello.

-Dime exactamente qué pasó. -me dijo acariciándome con sus labios cuando notó que mi coraje había bajado para darle espacio a la derrota.

-Me ha comprado, eso es lo que ha pasado.

Su cuerpo se tensó en su totalidad.

-¿Qué mierda quieres decir con eso?

-Mi padre hizo un trato con él a cambio de que le ayude con sus deudas.

-¿Qué trató?

-Quiere que le dé una oportunidad a cambio de ayudarle a mi padre.

Mew mantuvo el silencio.

-Ahora él paga todo de mí. Es como si...

-Le pertenecieras. -terminó Mew.

Me deshice de su abrazo y me giré.

-No le pertenezco a nadie. -dije enfadado.

-Claro que no. -confirmo mirándome a los ojos. -¿Me dejas ver tus dedos? Por favor.

Asentí.

Me llevó hasta la cocina y me obligó a sentarme en la isla mientras él buscaba el botiquín.

Luego me la revisó cuidadosamente.

-Puedo llevarte al hospital o entablillarte todo mismo, lo he hecho muchas veces.

Como si fuera posible. [MewGulf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora