29

1.5K 249 5
                                    

¿Mew había estado casado?

Se podrá imaginar mi cara cuando me lo dijo. Tardé varios segundos en asimilarlo y luego pasé por su lado para meterme al carro.

Me sentía enojado, traicionado. Y lo sé, era absurdo porque él y yo no somos nada a pesar de que nos enrollamos un par de veces. Pero en mi interior -para mi corazón- Mew era mío, así de simple.

Me resultaba difícil imaginar que en otro tiempo le hubiera pertenecido a otra persona, que hubiese estado enamorado de otra persona, que lo hubiera considerado el amor de su vida, y con quien pasaría el resto de ella.

Y quién sabe, por la actitud de ese chico, quizá haya sido él quien decidió divorciarse. Y Mew siga sintiendo algo por él.

Parecía satisfecho de que estuviera cumpliendo mi promesa de no hacerle preguntas. Es más, por primera vez desde que nos conocimos hice lo que él más valoraba: que estuviera callado.

Rompí el silencio cuando comprendí que después de todo lo que había pasado, no quería seguir a su lado, al menos no esta noche.

-Llévame a casa de Bright. -dije sin mirarlo, pero sí sentí su mirada en mí por unos segundos.

-No creo que sea buena idea...

-Tengo la llave de su apartamento. Como él tenía las mías antes de que se las quitaras. Es mi mejor amigo y quiero estar con él. Lo siento pero... justo ahora necesito estar lejos de ti.

-No puedes estar lejos de...

-No saldré de allí. -lo interrumpí.

Mew apretó su mandíbula, parecía meditarlo. Fue hasta varios largos segundos después de que suspiró y dijo:

-Dame la dirección.

Se la di, para luego enviarle un mensaje a Bright diciéndole que necesitaba quedarme en su piso y que estaba en camino.

Cuando llegamos, Mew se bajó del coche y vino a mi encuentro.

Lo miré un instante y las palabras de Jerry se reproducieron en mi cabeza.
<Es peligroso>

¿Lo era? Obviamente lo era, pero no conmigo. Él me protegía de los malos ¿cierto?

Por un momento creí que tenía algo que decirme, que me explicaría algo de lo que había ocurrido... que me diría que él ya no significaba nada.

-No hagas ninguna estupidez. -fue todo lo que dijo.

-¿Como sentir algo por ti? -solté sin pensar.

-Gulf...

-Tranquilo. -lo corté. -Me has dejado claro que sólo te intereso para una cosa.

Me giré para irme, y estúpidamente deseé que me detuviera, que me dijera que estaba equivocado en pensar aquello, pero no lo hizo.

Cuando llegué al departamento de Bright, todo estaba a oscuras. Recorrí el pasillo hasta llegar a su habitación y no estaba. Me quité la ropa y sólo tomé una de sus camisas para luego meterme en la cama. Me costó quedarme dormido, pero al final lo logré.

Desperté de repente. Me costó recordar donde estaba, ni siquiera tenía muy claro si ya era de día o aún no. Fue hasta que vi a Bright entrar en el cuarto con una taza de café, que volví a la realidad.

-Tengo que admitir que me encanta verte entre mis sábanas. -dijo caminando hacia mí, guapo como siempre.

Debí enamorarme de él, era perfecto.
Sobre todo ahora que sólo llevaba puesto su pantalón de pijama.

Como si fuera posible. [MewGulf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora