Como si fuera posible. [MewGulf]

26

-Ay, Gulf, por fin vas a tener novio. -dijo Grace cuando le conté sobre Derek.

-Nadie ha hablado sobre noviazgo, sólo he dicho que vamos a cenar. -aclaré.

Ambos nos encontrábamos ya en pijama, acostados en mi cama.

Hubo un suspiro de su parte.

-He conocido a un chico, ¿sabes? Papá jamás lo aprobaría, es hijo del dueño de una tienda de dulces cerca del internado.

Me tensé un poco ante su comentario.

-Grace, debes tener cuidado, sabes que ya no puedes volver a salir del internado...

-Ya, ya. -hizo una mueca. -Es fácil decirlo cuando vives solo y puedes ir a donde quieras.

-Sabes perfectamente que pasé por lo mismo que tú, y yo no tenía un pretendiente en el pueblo de al lado.

-¿Tienes idea de qué es tener quince años y no haber besado a un chico?

-Mi primer beso fue a los dieciocho.

Abrió los ojos con sorpresa.

-Pues sí te tardaste, las personas incluso pierden su virginidad a los dieciséis.

Se me aceleró el corazón al escucharla decir eso. Me acerqué a ella y le tomé el rostro entre mis manos.

-Ni se te ocurra Grace.

Se apartó de mí.

-¡Ya pareces las monjas del internado o papá! ¿Acaso tú sigues siéndolo?

Me quedé callado. Y aparentemente esa fue suficiente respuesta para ella porque abrió los ojos como plato.

-¿Es broma? ¿¡Eres virgen!?

-Shh. -la callé. -Sí lo soy. Y si quieres seguir con vida, te recomiendo hacer lo mismo.

-Eres un exagerado, como si alguien se fuera a dar cuenta. Y Alex y yo... decidimos hacerlo.

-Ni se te ocurra. ¡Tienes quince años! Ni siquiera te ha besado nadie.

-Oh claro que he besado a alguien, dije que no había besado a un chico. -sonrió maliciosa. -Le pedí a Laura que me enseñara.

Dios mío.

Lo que me daba seguridad era saber que Mew le había encargado a alguien que la vigilara por si volvía a salir.

A la mañana siguiente, al bajar a desayunar, me encontré con un ramo de rosas gigante. Mi mirada se desvió inconscientemente hacia Mew, quien desayunaba al otro extremo junto con Roy.
Nuestras miradas se encontraron, algo en mí se removió pero finalmente fue él quien cortó aquella conexión.

Grace me arrebató la tarjeta de las manos y lo leyó en voz alta.

"Desde que te conocí no he podido dejar de pensar en ti. Cuento las horas para volverte a ver. Ponte hermoso para mí"

Mew ni siquiera parpadeo.

Toda esa tarde la pase en compañía de mi hermana. Salimos a cabalgar con Mew y Roy cubriéndonos las espaldas.

Pero no pude hablar ni acercarme a Mew en ningún momento.

Fue hasta que volvimos que decidí quedarme un rato más en las caballerizas para cepillar a Golden. Mi hermana volvió a casa junto con Roy. Supe que estábamos solos.

Por un largo rato nos ignoramos mutuamente, hasta que él se acercó a Golden con la excusa de acariciarlo. Yo había acabado de cepillarlo así que no había más que hacer allí.