Como si fuera posible. [MewGulf]

20

Lo primero que hice al despertarme fue ir a desayunar. La comida de Ana era deliciosa, pero no tanto como la de Mew.

Luego me fui con la promesa a Ana de no meterme en problemas. En eso me encontré a Mew que parecía venir del despacho de mi padre, me chocó verlo vestido de traje.

Pero no estaba solo, iba acompañado de otro chico, estaban vestidos prácticamente iguales.

-Gulf, te presento a Royer. -dijo serio a la vez que el chico estiraba su mano para saludarme. -Te acompañará estos días hasta que llegue tu hermana.

-¿Tú también eres guardaespaldas? -le pregunté al mismo tiempo que le daba un repaso.

Era guapo, aunque nada fuera de lo normal.

-Sí, joven. -contestó extrañamente nervioso.

-Puedes llamarme Gulf. -dije de forma amable, luego me dirigí a Mew. -¿Te vas?

Mew me miró sin pestañear.

-Creí que te vendría bien un descanso de mí.

O a ti de mí.

Royer nos miraba curioso.

-O quizá tienes algo mejor que hacer que mantenerme con vida.

Mew dio un paso hacia mí.

-Pórtate bien. Royer tiene potencial, es nuevo pero por favor no hagas que quiera dejarlo antes de empezar.

-Eres tan agradable que me dan ganas de darte un puñetazo en la cara.

Sonrió.

-Qué salvaje. -dijo con voz suave para que solo yo lo escuchara, luego se giró hacia Royer. -Todo tuyo, cualquier cosa sabes dónde encontrarme.

Se fue en dirección a su habitación.

Miré al chico frente a mí.

-¿Todos te llaman Royer? -pregunté mientras caminaba fuera de la casa y él me seguía.

-Sí, Gulf. -me dijo con un poco de vergüenza.

-¿Haz montado alguna vez Roy? ¿Te puedo llamar Roy?

Asintió con una sonrisa. Roy era más simpático que Mew.

-Bien, entonces vamos. -le dije.

Lo llevé hasta las caballerizas, me emocionó mucho ver a Golden. Me monté en él y Roy en el de mi hermana.

Rápidamente emprendí camino contrario a la casa, alcancé a ver que Mew nos observaba desde el balcón de la segunda planta. Me lanzó una mirada de advertencia que sólo me impulsó a cabalgar con más velocidad.

¿No que no tenía tiempo para protegerme?

Roy no era el mejor cabalgando, por lo que no me pude dar el gusto de ir tan lejos. Pero en cambio le di un tour por los campos de mi padre, todas las plantaciones se veían hermosas. Regresamos cuando el sol se estaba ocultando.

Fuimos directo a la cocina en busca de alimentos.

Me agradaba Roy, era muy simpático y divertido. Mi hermana estará encantada de tenerlo como guardaespaldas. Pasar tiempo con él fue como estar con un amigo.

Encontramos a Mew en la cocina con cara de pocos amigos, nada extraño en él, pero me recordó lo que es tenerlo pegado a mí siempre.

-¿Qué tal su día? -preguntó levantándose de la silla.

-Divertido. -dijo Roy bebiendo agua.

-Me alegro.

Y luego se marchó sin más.