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Aquella noche me arreglé un poco más de la cuenta, no porque me interesara impresionar a Bright, sino más bien a otra persona. Que Mew hubiera perdido el control por un momento no podía significar nada.

Win, mi mejor y único verdadero amigo aparte de Bright, me había mandado un mensaje preguntándome si podíamos vernos aquella noche, él era mi polo opuesto. Lo adoraba, eso sí.

Bright no lo soportaba. Cuando los presenté, moría de emoción porque mis dos mejores amigos se conocieran, pero fue un caos. No pudieron volver a verse desde entonces.

Parecía que peleaban por mi atención, lo que me disgustaba porque los adoraba a ambos.

Como en este momento, en el que a los dos se les ocurría citarme el mismo día.

Yo ya había quedado con Bright; pero también quería verlo a él. Así que decidí salir con ambos, llevé a Win conmigo al cine, omitiendo que Bright estaría allí, claro.

Cuando Mew me vio arreglado para salir, sólo me pidió un momento para tomar sus cosas. No es como que su indiferencia me sorprendiera, pero vaya que me había esmerado, era un atuendo digno de un halago.

Quizá su roce sobre mi espalda cuando me soltó sólo fue producto de mi imaginación.

Volví a sentarme en el asiento de adelante y volvió a reprenderme por ello.

Solo me encogí de hombros.

Luego de un rato empecé con mis preguntas otra vez.

-¿Te gusta el cine? -silencio. -A mí me encanta, suelo ir todos los miércoles con Bright, nos turnamos para elegir la película. Por lo general me gustan las románticas. -hablaba como si a mi acompañante le interesara lo que decía. -¿Qué películas te gustan a ti?

-Me gusta conducir en silencio.

-El silencio significa que no tienes nada que decir.

-Exacto.

-Yo siempre tengo algo que decir.

-A veces el silencio dice mucho más que mil palabras.

-¿Ah sí? Entonces, ¿Qué dices tú cuando estás callado? -agradecí tener una excusa para mirarlo. Su perfil era perfecto.

-No hagas preguntas de las que no quieres respuesta.

-Pero sí quiero saber.

Se detuvo en un semáforo en rojo y me habló de frente.

-No, no quieres. Y no estoy aquí para ser tu amigo.

Igual no me interesaba su amistad, estaba interesado en algo mucho más placentero.

-¿Te gusta mi outfit? -pregunté, ignorando su último comentario.

Mew maldijo entre dientes y volvió su vista al frente.

Sonreí divertido. Me gustaba sacarlo de quicio.

Pasamos a recoger a Win por el campus. Casi muere de un susto al ver a Mew, pero le expliqué todo de camino al cine. Al bajar del auto, entrelazamos nuestros brazos. Cuando Bright nos vio, frunció el ceño y a Win le comenzaron a pesar los pies.

Por lo general Win era bastante tranquilo, por eso Bright trataba de tenerle un poco de paciencia. Lo contrario a mí. Eso me hizo pensar en lo feliz que sería Mew si tuviera que cuidar a alguien como Win en lugar de a mí.

Ese pensamiento me hizo voltear a verlo. Iba unos pasos atrás, veía a todos como si desafiara al mundo. Eso me encantaba... y excitaba.

Cuando llegamos, solté a Win; Bright se acercó a mi oído y me susurró: Pagarás por esto, guapo.

Como si fuera posible. [MewGulf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora