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MEW

Sabía exactamente lo que iba a pasar cuando le ordené que hiciera lo que hizo y hubiese dado cualquier cosa por enfrentar aquella situación yo solo.

Quizá las cosas hubieran salido mejor si hubiera sido yo quien conducía o quizá no. Cuando el coche comenzó a deslizarse y a girar sobre sí mismo, Gulf perdió totalmente el control, intenté ayudarlo pero fue imposible.

El coche salió disparado con nosotros dentro. Los cristales estallaron, me golpeé la cabeza con el costado del carro, perdiendo el conocimiento durante unos minutos, pero al abrir los ojos y encontrarme boca abajo, supe que la situación era peor de lo que hubiera imaginado. El carro estaba de cabeza.

Lo observé inconsciente, el cinturón lo estaba deteniendo para que no cayera de cabeza contra el suelo.

Aguantando el dolor pulsando en mi brazo derecho, me desabroché el cinturón y caí de cualquier manera. Maldije entre dientes y salí por la ventana.

Joder, el coche estaba destrozado, había fuego saliendo del motor.

Ignorando el dolor de mi brazo nuevamente, rodeé el coche hasta llegar a la ventanilla de Gulf.

Estaba parpadeando.

-Gulf. -dije intentando alcanzar su cinturón de seguridad, no quería que se golpeara al caer. Tenía que sujetarlo y sacarlo cuanto antes. -Gulf, ¿me oyes? Despierta, nene...

Sus ojos se abrieron, parpadeó unas cuantas veces para conseguir enfocar.

Miró a su alrededor desorientado.

Haciendo uso de todas mis fuerzas conseguí colarme dentro del coche para liberarlo del cinturón.

-Sujétate a mi espalda ¿vale? Voy a sacarte de aquí.

-Me duele... -se quejó y pude ver que de sus labios salía sangre.

Mierda, no, no.

-Aguanta, ¿sí? -dije desesperado.

Finalmente di con el cinturón y escuché cuando hizo clic. Agradecí mentalmente. Gulf cayó sobre mi espalda y me empujé de retroceso para salir en cuatro patas, pero tuve que depositarlo en el techo del auto que ahora nos servía de suelo para salir yo primero y luego sacarlo a él.

Lo levanté con el dolor aumentando en mi brazo y lo alejé lo más que pude del auto, por si acaso explotaba.

-Gulf. -dije depositándolo en el suelo y notando que respiraba bien. La sangre de su boca venía de un corte en el labio, no era nada interno, o eso esperaba. Sus piernas y brazos estaban cortados, tenía un fuerte golpe en la mejilla. Por lo demás se veía bien.

-Eh, háblame. -le dije quitando unos mechones de su rostro.

Con mi ayuda consiguió sentarse, dirigió su mirada hacia el coche.

-Mi auto... mi auto de carrera. -dijo y yo me puse de pie junto con él.

Joder, sólo Gulf Kanawut podía soltar algo como eso en estos momentos.

Me devolvió la mirada e instantes después comenzó a llorar. Lo atraje hacia mi pecho como un acto de reflejo.

-Han intentado matarme. -dijo contra mi hombro. Me tensé al escuchar eso en voz alta, yo había llegado a esa conclusión desde que los frenos no reaccionaron.

-No pienses en eso ahora. -dije mientras sacaba mi teléfono de mi bolsillo.

Estábamos en medio de la nada. Alguien podría estarnos siguiendo.

-Tenemos que ir hasta allí. -dije señalando un pequeño bosque. -¿Puedes caminar? -él asintió.

Empezamos a caminar al mismo tiempo que marcaba el número de Royer, contestó al tercer timbrazo.

-¿Qué pasa, Suppasit?

-Ven a recogernos, date prisa. Hemos tenido un accidente. Nos hemos salido en la carretera secundaria, casi entrando a la autopista.

Corté la llamada, cuando llegamos a la arboleda, puse a Gulf detrás de un árbol y saqué mi arma.

-¿Qué haces? -exclamó.

-Es sólo precaución.

-¿Crees que hay alguien aquí?

No tenía ni la menor idea. Lo único que pensaba en aquel momento es que alguien cercano a la familia tuvo que haber cortado los frenos, esa idea me puso furioso.

A los cinco minutos apareció Royer con Henry en un Mercedes. Henry me lanzó una mirada que lo decía todo. Royer sacó su pistola y fue hasta nosotros.

-¿Estás bien? -preguntó fijándose en Gulf y acercándose a él.

Lo detuve con una mano en el pecho.

-De Gulf me encargo yo, tú ya sabes qué hacer. -dije mirándolo directamente.

Royer asintió y se volteó hacia el coche volcado. Cuando Henry llegó, estaba que echaba humo de molesto.

-¿¡Que demonios pasó!?

-Lo frenos. Tuvo que ser alguien de la familia, si no, no me explico cómo...

-El coche estuvo en el taller la semana pasada... -de pronto pareció comprender. -Maldito hijo de...

Se detuvo cuando posó sus ojos en el hijo de Kanawut.

-Mételo en el coche, debemos sacarlo de aquí cuanto antes.

Gulf estaba tan callado que no parecía él. Se sentó en el asiento trasero del coche. Cuando lo vi con su mejilla golpeada, llena de humo y sangre, quise matar a quien hubiese querido matarlo. Ese sentimiento me inundó más que cualquier cosa.

Cuando llegamos a la mansión, la primera en recibirnos fue la pequeña de los Kanawut.

-¡Gulf! -gritó ayudándolo a bajar del coche.

-Está bien, puedo solo. -su humor era tan negro como el mío.

Habían querido matarlo de verdad, ésto no era ninguna broma, ningún mensaje o animal muerto. Habían actuado en serio. Eso significaba que Gulf Kanawut estaba marcado.

Lo peor fue descubrir que si lo marcaban a él, me marcaban a mí.

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Maratón 3/10

Como si fuera posible. [MewGulf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora