Como si fuera posible. [MewGulf]

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MEW

Gulf se quedó dormido a los veinte minutos de la película; yo me quedé con miles de pensamientos que se peleaban entre sí para ocupar el lugar predominante en mi cerebro.

No dejé de observarlo en las dos horas con diez minutos que duraba aquella ridícula película. Y en las últimas semanas había descubierto que la palabra "bonito" se quedaba corta; toda su dulzura, sus salidas de tono, su interés por ayudar y sobre todo su manera de ver el mundo, hacían que perdiera la razón.

Había tenido que aguantar que su propio padre le dejara el camino libre a un hombre que había intentado forzarlo, y aún así, Gulf Kanawut era capaz de volver a sonreír.

Sabía que me estaba metiendo en un infierno, pero algo en mí me empujaba a protegerlo a niveles que se escapaban de un trabajo como guardaespaldas.

Los que ejercíamos esta profesión, sabíamos que debíamos dar nuestra vida de ser necesario, pero aquello nunca me convenció del todo. Sin embargo, con Gulf ni siquiera me cuestionaba aquello. Si tenía que interceptar una bala para salvarlo, lo haría sin duda y moriría feliz.

Eso era preocupante.

Cuando la película terminó, lo tomé en brazos para llevarlo hasta su dormitorio.

Abrió los ojos cuando crucé su puerta.

-¿Estás poniendo en práctica lo que has aprendido de Kevin Costner? -me preguntó aferrándose a mi cuello con fuerza.

-Shh. -le callé queriendo que volviera a dormir.

Lo deposité sobre la cama, pero no me soltó. Se aferró a mi cuello y me hizo quedarme a su altura.

-Duerme conmigo. -propuso tan cerca de mis labios que pude sentir su aliento entrando por mi boca. Me entraron unas increíbles ganas de morderle el labio inferior hasta hacerle daño.

-Gulf...

-Sólo dormir, de verdad.

<<Ya bebé, el problema no eres tú, soy yo>>

-No.

Tomé sus manos y las separé de mi piel. Necesitaba alejarme de él para pensar con claridad.

Me alejé de su dormitorio sin ser consciente de lo que me estaba perdiendo.

Si pudiera regresar unos minutos, les aseguro que nadie me hubiera movido de esa habitación.

Me desperté temprano para salir a correr aprovechando que él seguía durmiendo; seguía vigilándolo gracias a la aplicación que me permitía ver las cámaras del apartamento.

Me había traído a Chopper conmigo, era un perro bastante flojo para ser franco.

Me detuve a jugar un poco con él, lanzándole la pelota mientras meditaba sobre lo ocurrido con Derek. La rabia me cegó y terminé lanzando la pelota mucho más lejos de lo que pretendía. Chopper salió disparado como una bala, yo tuve que ir detrás de él. Lo último que me faltaba era perderle el perro a Gulf.

Justo estaba volviendo a casa cuando vi un carro negro parecido al que me había dado Gilbert, aparcado frente del edificio.

No me dio tiempo de pensar nada, porque justo en ese momento sonó mi teléfono.

Era Derek.

Respiré para tranquilizarme antes de contestar.

-¿Suppasit? No tengo mucho tiempo. Sólo te llamo para informarte que a partir de ahora tendrás a otros dos hombres trabajando contigo en la protección de Gulf.

Mierda.

-No es necesario, yo...

-Me da igual lo que tú creas. -me cortó. -Ese chico vale demasiado como para permitir que lo maten.

Apreté los labios mientras veía a los dos hombres bien trajeados bajando del Audi.

-Mew, espero que Gilbert te haya puesto al día sobre los cambios. Si la cagas, te mato.

Apreté con fuerza el teléfono que creí que lo quebraría.