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Me había recuperado totalmente después de cinco meses inactiva. Todo este tiempo la empresa había tratado de esconderme clasificando mi desaparición como un hiatus.

Recogí el pequeño maletín de ropa que me habían traído y salí de la habitación acompañada del guardaespalda que me había asignado mi madre.

Una completa dramática.

Caminé los pasillos del hospital recordando diferentes momentos que viví aquí por el accidente que había sufrido.

Salí del establecimiento y llegué al garaje entrando a la parte trasera del bmw mientras el guardaespaldas se sentaba en la área del conductor.

- Vamos a Starship - ordené mientras jugaba con mi celular.

- Su madre le prohibió ir ahí señorita.

- ¿Vés a mi madre aquí? - él negó - entonces la que manda soy yo, vamos a mi empresa.

El hombre aceptó y aceleró el auto.

No iba a dejar que mi madre arruinara los planes que tanto me habían tomado y si era necesario le demostraría porqué tengo su sangre.

(...)

Acomodé mi cabello y entré con seguridad al lugar.

Había retomado mi actitud de antes donde siempre demostraba seguridad sin importar las consecuencias, algo que había cambiado al debutar por miedo al rechazo.

Caminé por los pasillos hasta entrar a la sale del CEO sin importarme quien estaba dentro.

Tomé asiento bajo la mirada impactada del mayor.

- Que te parece "Starship Entertainment deja que una de sus idols más jóvenes sea acosado e intenten asesinarla" como titular en todas las redes - hice una pausa para añadir suspenso - yo prefiero "Idol es obligada a firmar un contrato sobre un relación falsa recibiendo amenazas de muerte"

El señor tragó en seco y noté como un rayo de nervios cruzó rápidamente por sus ojos.

- Si lo haces vamos a anular tu contrato - trató de amenazarme.

- Oh por favor hazlo, total mi madre quiere que salga de aquí - sonreí amable.

- E-en ese caso te demandaré y pondré una multa - dijo tartamudeando al principio y yo escondí mi risa.

- ¿Ves estos aretes? - señale mis hermosas argollas - son de oro y está adornado de pequeños diamantes, un hermoso regalo por mis quince años - asentí lentamente - ¿Usted cree que una multa me hace doblegar? Podría comprar la mitad de las acciones si quiero.

El mayor palideció. Hasta ahora gracias a mi actitud no sabían con quién estaban tratando.

- ¿Qué necesita señorita Lee? - sonreí complacida.

No podría dejar pasar nada.

(...)

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Una chica en cravityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora