Hoy no tuve que ir a la universidad a pesar de haber sido día de semana, creo que hubo algún problema. En fin, yo aproveché para ir a recoger las gafas que me encargué. Resulta que sí necesitaba de su uso. Me medí la vista el sábado y hoy por fin podré lidiar con el astigmatismo.
Dentro de poco empezarán los parciales, así que me dispuse a estudiar lo posible. Sin embargo una persona me propuso realizar una videollamada, como antes.
Me pregunto qué dirá de las gafas...
Preparé la laptop, y accedí a la llamada.
- ¿Por qué no te veo?
- Porque... no.
- Prende.
- Okay, okay. Listo.
- ¿Cómo estás?
- Hoy no fui a la universidad. ¿Y tú qué haces en casa?
- No fui al trabajo.
- ¿Coincidencia?
- Es posible, ja ja.
- ¿Qué haces?
- Pues debía ordenar algunas cosas en la cocina pero ya estoy por terminar.
De repente, me dirigió una mirada extraña y detenida. Me observó fijamente hasta por fin darse cuenta.
- Oye, tienes gafas.
- No, ¿enserio?
- ¡No me había dado cuenta! ¿Cómo es que las necesitas?
- Astigmatismo.
- Oh... vaya.
- Sí, el problema mayor era al ver la pizarra. Además, el uso de los dispositivos electrónicos también afecta.
- Pues creo que se te ven bien.
- ¿Ah, sí? Estoy muy guapo, ja ja
- Uy ya, tranquilo. Mejor no te decía nada.
No evité reír debido a la cara que puso.
- Siempre es un placer molestarte la vida, cariño.
- Ah ja, sí.
Ella solo hizo un gesto de incomodidad fingida.
- ¿Qué tal todo, Allison?
- Pues normal, justo ahora acabo de terminar el quehacer. La niña está en el jardín como cualquier día de semana y el otro idiota no sé en qué estará.
- Uhm...
- ¿Qué pasa?
No me gusta nada la idea de que ella siga viviendo con el papá de la niña a pesar de que supuestamente ya no haya una relación de por medio. Puede que haya muchos factores como la propia niña o el hecho de las posibilidades de vivienda.
¿Por qué no dejo de celar a esa idiota?
- La verdad que nada, solo ando algo cansado. En poco darán inicio los parciales y eso me tiene... pues...
- ¿Jodido?
- Supongo.
- ¿Por qué dices supongo? Odio realmente esa palabra. ¿No puedes decir sí o no?
- Wow, ¿sucede algo?
- Es que esa palabra siempre me la decía ese. "Supongo" Siempre "supongo".
Wow gracias, prima. Ahora esa palabra me molestará.
- Esta bien, sí. Sí me jode. Estoy seguro de eso.
- Gracias.
Miré hacia otro lado debido al momento ocurrido, no esperaba enterarme de algo así. No quería adentrarme a lo que pudo haberle pasado a mi prima, quizás por el daño que provocaría. Quería enfocarme en el presente.
Tomó el teléfono y se dirigió al sillón. Cuando llegó a él pude observar el cómo estaba vestida. Una camiseta cualquiera de tono anaranjado, medias negras y una braga rosa. Intenté dejar atrás cualquier tipo de pensamiento lascivo que mi mente pudiera dar cabida.
Se recostó boca abajo para seguir hablando.
- ¿Siempre vistes así cuando estás sola, verdad?
- Eso ya lo sabes.
- Te echo la culpa de que me guste eso en las mujeres.
- ¿Así que me culpas de tus fetiches? ja
- De ese y de las pantimedias negras. ¿Recuerdas cómo las usabas con las...
-...las botas, ¿verdad?
- Exacto. Y ya que no eres tan alta, al verte con esa ropa te me hacías muy sexy.
- Uhmm... ¿así?...
Tomó el teléfono y enfocó para mí como le quedaba esa tanga tan atrevida.
- S-Sí... Muy sexy...
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De verdad, te amo... (Segunda parte de "PRIMOS...")
Teen FictionSegunda parte de "PRIMOS..." La historia de Marco y Allison continúa con una noticia inesperada que los volverá a separar. Las decisiones en la vida no son fáciles y tal vez, en su momento, creemos que sean lo mejor, pero nos traen consecuencias que...