De verdad, te amo... (Segunda parte de "PRIMOS...")

4. Parte 3

Marco's P.O.W

(CAPÍTULO SUBIDO DE TONO)

— ¿Y... no quieres hacerme recordar? ~ ❤

— Pues... creo que podría hacerlo.

HACE CINCO AÑOS – FEBRERO

— ¿Entonces qué película quieres ver?

— No lo sé, tarada.

— ¿Cómo que no sabes?

— Ya te dije que debía estudiar.

— Estudiaste anoche, además quería pasar un rato contigo.

— ¿Más todavía?

— Un rato en los que puedo estar por lo menos quince minutos vestida.

— Ups... je

— Has estado muy atrevido estos días.

— Y a ti eso no te molesta.

— Cállate.

Me acerqué y le atiné a dar un pequeño golpe en la frente. Era algo que usualmente solía hacer.

— ¡Ayy! No me hagas eso.

— Te gusta, lo sé.

Su silencio me lo confirmó.

— Bueno como sea, entonces yo elijo la peli. Iré a hacer el PopCorn.

— Bien...

Era fin de semana y la idiota de mi prima me había convencido de ver una película con ella. Por más que parecía lo contrario en el fondo no me molestaba la idea Sin embargo, ella sabe hacer muchas cosas bien aunque no sea algo sorprendente, y al verla produce en mí una sensación que es difícil de describir.

Mientras mi madre se encontraba en su habitación ordenando ropa, Allison llenaba una olla de granos de PopCorn puestos luego de un poco de aceite. El sonido de estos reventando no me impidieron observar a mi prima esperando lo necesario.

— ¿Qué tanto me miras?

Sonrió.

— ¿Te diste cuenta?

— Pareces acosador.

— Cállate.

Fue cuando dejó de escucharse aquel sonido. Al apagar la cocina se dirigió a sacar un recipiente.

— ¿Puedes abrir la tapa, por favor?

— Cl-Claro...

Quizás puedo demostrarle que no soy inútil y servir yo mismo lo...

— ¡Ay! ¡Au! Mierda.

Reaccioné soltando la tapa de la olla debido a la quemadura.

Ella me miró sorprendida por el sobresalto.

— Ven, moja la mano.

Me llevó al grifo y cuando el agua helada rozó mi piel me sentí como un idiota.

— Tenías que usar un mantel para abrir la tapa. Era obvio ya que estaba caliente.

No dije nada. Me sentí tan avergonzado al mirar lo roja que quedó mi piel. Dentro de poco el dolor pasó.

Si bien fue algo momentáneo, esto me perseguirá cada vez que la vea y estoy seguro que se reirá de mí siempre que pueda. No pude prestar atención a la película por estar pensando en lo ocurrido.

— Ya olvídalo, ¿sí? No te lo tomes a pecho, fue un accidente.

Sobrepuso su mano en la mía y me sonrió de una forma tan bella.