4. Parte 1.

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— ¿Y qué tal te fue en clases hoy?

— Uff... me duele la cabeza.

Saqué la ropa, la dejé sobre la cama y apagué la cámara.

— ¡Hey! ¿¡Por qué apagas!?

— Voy a cambiarme.

— ¿¡Y!?

— Ja ja, no molestes.

— No es algo que ya no haya visto.

Murmuró.

— Idiota...

Al terminar me acerqué y la encendí.

— ¡Humm!

— ¿Te enojaste?

— Idiota. Por cierto, ¿Cómo está Jane?

— Ah, ella. Pues tuvo que viajar a otro lugar con su familia, no hablamos hace tiempo.

— ¿O sea que terminaron?

— Hace tiempo.

— Ya veo... ¿y no hay una niña por ahí?

— ¿Una niña?

— Que te guste.

— De hecho, no, por el momento.

— Oh, entiendo.

— ¿Y a ti cómo te fue?

— Pues de la mierda: tuve sueño todo el día.

— Ja ja, eso es tan tú.

— Cállate. ¿Cuánto tiempo llevas estudiando?

— Un tiempo. Quizás dentro de unos meses o algo así llegue a mudarme.

— ¿Mudarte?

— Sí, algo así.

— ¿Dejarás a mi tía?

— Ah, sí, no te conté. Ryan vive aquí.

— ¿¡Enserio!?

— Sí, y aunque no me guste decirlo fue un gran apoyo durante este tiempo.

— De cuánto me perdí...

— A decir verdad, de mucho.

— Eso veo, entonces ¿lo perdonaste?

— No realmente pero pocas personas piden una segunda oportunidad y al tenerla realmente la aprovechan.

Me percaté que Allison se quedó en silencio cuando terminé de hablar. Alcé la mirada y me estaba viendo con una expresión triste.

— ¿Qué sucede?

— ¿Q-Qué? No, nada, je.

— ¿Segura?

— Segura.

— Esta bien y bueno, eso es lo que pasó. Además, me hizo darme cuenta de que te amaba.

— No entiendo...

Me dispuse a explicarle todo lo que pasó, desde cuando me contó cómo conoció a mi madre hasta esa frase que me dejó pensativo en aquel entonces.

— Vaya, no conocía esa historia. De hecho, no conocía nada de tu mamá pues la mía nunca me lo contó.

— Hablando de eso, ¿Cómo está tu familia?

— Hmm... a veces hablamos por teléfono o por videollamadas.

— Sí, eso pensé.

— Y eso sería todo. Hablan con mi hija, también.

— Entiendo...

— ¿La conoces?

— Vi una foto de ella en tu Facebook la otra vez.

— ¿Hace cuánto?

— ¿Hace cuánto que volviste hablarme?

— Ja ja ja, ay oye.

Sonreí.

— ¿Crees que en algún momento nos volvamos a ver?

— No sabría decírtelo, vives muy lejos y yo me siento atrapado en este país.

— Pero no lo estás.

— Eso no importa...

— Necesito volver a besarte.

— Allison...

— Es lo que quisiera.

Pensé mis palabras por unos segundos.

— Creo que yo también.

— Y después te violaré.

— ¿¡Qué!?

— Sí, sí.

— Ja ja, serás idiota.

— Te juro que más nada volver a estar contigo te estampo en la cama.

— Mierda, qué te ha pasado en este tiempo...

— Ja ja, no me ha pasado nada, idiota.

— Puedo ver que estamos diferentes, eh.

— Pues sí.

— Quizás suene un poco tonto esto...

— ¿Qué cosa?

— ¿Te casas conmigo?

De verdad, te amo...  (Segunda parte de "PRIMOS...")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora