10. Parte 3

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— ¿Eh? Ah sí, claro, la que me invitó fuiste tú.

— Cierto. ¿Qué te parece la fiesta?

— ¿Todo esto? Digamos que no es lo que esperaba.

— ¿Esperabas algo más grande?

— De hecho, todo lo contrario.

— Oh bueno, en la vida hay que aprovechar las oportunidades.

— Ja, y qué lo digas.

— Uno para mí, por favor.

Val le pidió un vaso de ron al barman y se sentó a mi lado.

— Y por cierto, Val, no sabía que tu casa fuera tan grande. Eres un tanto conocida por muchos en el ciclo, ¿lo sabías?

— Bueno, digamos que es algo que no puedo simplemente evitar.

— Sí, lo veo.

La música continuaba de canción en canción y la pista de baile rara vez se encontraba vacía. La visitamos después de unos vasos de licor.

— No lo haces tan mal.

Bromeó.

— Ja. Tú tampoco.

A pesar de no recordar tanto lo que pasó esa noche, algunas risas espontáneas quedaron plasmadas en mi mente. Intenté olvidar por un momento las cosas que me provocaban estrés y confusión.

— Oye, vamos, ven aquí.

— ¿A dónde? ¿Te pasa algo?

— El olor a cigarro se hizo más fuerte, podemos hablar adentro. No te preocupes.

Al terminar mi último vaso la seguí al interior de la casa. Fuimos por el pasillo y subimos unas escaleras. Pese a la oscuridad del camino diferencié algunas parejas acarameladas que estaban recostadas sobre la pared.

— No me digas que me llevas a tu habitación.

— No, a la mía no. Una amiga me la pidió prestada para pasarla bien con su novio. Vamos a la de mis padres, tengo la llave.

— Digamos que esto no es algo que esperaba.

— Lo mejor llega sin esperarlo. Je je

No respondí y solo seguí caminando.

Al llegar cerró la puerta, me llevó hacia la cama de sus padres y nos sentamos sobre ella.

— Recuerdo cuándo te conocí. Tenías novia para ese entonces.

— ¿Novia? Ah, Jane.

— Sí, esa chica te iba a ver de vez en cuando en las salidas.

— Bueno, era mi novia. Lo nuestro fue lindo. ¿Por qué lo mencionas ahora?

— Quería decirte que a veces me llegué a sentir un poco celosa de ella.

— ¿Celosa? ¿Por qué? No es como si yo fuera la gran cosa.

— Eres lindo, además, ese misterio en ti me cautiva mucho.

Val colocó su mano sobre la mía y empezó a acercarse.

— Muchas ve-ces… me he preguntado qué se esconde detrás de esa mirada tu-ya…

A pesar de la oscuridad de la habitación, pude sentir sus seductores ojos frente a los míos. Ella seguía acercándose mientras yo retrocedía adentrándome en la cama.

— V-Val…

— Dime, esa tal Jane… ¿era muy buena en el sexo?

— E-Eh… e-so no es algo que importe much-

Colocó su dedo sobre mi boca y lo movió suavemente mientras sonreía con cautela. Sentí cada vez más cerca su respiración un tanto temblorosa.

— ¿De verdad?...

— S-Sí… ¡Mhg!...

No pude seguir hablando después de que posara sus labios sobre los míos para poder darme un beso. Aquel gesto me tomó por sorpresa; aunque si lo pensamos bien, era algo inevitable debido a la situación.

Accedí a correspondérselo. Ella me tomó del cuello y yo la abracé por las caderas.

— E-Espera.

A su señal imprevista me detuve.

— ¿Sucede algo?

— Solo… quería quitarme esto…

Tomó su camiseta y se la retiró.

— Podemos continuar.

Volví a besarla mientras mis manos regresaron a sus caderas y por momentos bajaban más de lo debido.

— Per-ver-ti-do…

— ¿Enserio lo dices después de colocarme tus pechos sobre mi cara? Eres tan cálida, ¿sabes?

— Ja, aún tengo el brasier. Tarado.

Se acercó nuevamente a mí, sin embargo, no llegué a reaccionar ni siquiera al beso que me llegó a dar. Hubiera preferido que no se diera cuenta pero no fue así.

— ¿Estás bien? Te detuviste de repente.

— Y-Yo… Yo no puedo…

Me alejé un poco y pude percibir un aire de desconcierto.

— Lo siento, n-no puedo continuar…

Ella se quedó en silencio por unos segundos.

— ¿No te gusto, verdad?

— No es eso, Val. Eres una chica increíble y jodidamente linda.

— Pero no te gusto.

— Y-Yo… no lo sé.

— ¿Fue algo que dije? ¿Son acaso los rumores?

— No, no. No tiene nada que ver contigo. Es solo que... soy yo.

— ¿Te gusta alguien más?

Solo alcancé a apartar la mirada hacia el lado contrario. Ella se levantó de cama y tomó su camiseta.

— Marco, por favor sal de este cuarto.

— Lo siento.

Intenté disculparme antes de salir y cerrar la puerta. En el transcurso de regreso a la sala principal no dejé de pensar en todo.

¿Por qué carajos tuvo que decir esa palabra?
¿Por qué es que simplemente no podía ignorarla?
¿Por qué seré tan idiota? Solo llego a lastimar a las personas en los peores momentos.

Sé que es mi culpa pero todo esto no hubiera pasado si aceptabas que pasó algo entre nosotros de nuevo.
No, esto no hubiera pasado si no hubieras regresado. No, nada de esto hubiera pasado si no hubiera vuelto a saber de ti.

Mis sentimientos por ti no hubieran vuelto.
Estos jodidamente confundidos sentimientos.
¿Estar con alguien más mientras aún los sienta?
No puedo, no soy así… Yo no.

El verte me causa mucha felicidad; el joderte al decirte enana, tus ambiciones por los dulces o la comida chatarra, tu forma de vestir, tus gustos, tus celos, y la manera en cómo interactuamos siempre, todo eso y más me mantienen siempre pensando en ti.

Hemos cambiado a lo largo de los años y este reencuentro puede que nos inculcara el temor de volver a sentir lo mismo, pero ya no puedo temer más… porque yo sigo sintiendo lo mismo.

Aunque sé que no está bien por ser lo que somos.
A veces solo quisiera poder olvidarte.

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Hola, hoy nuevo capítulo. He tenido algunos problemas para entrar a Wattpad, no sé si sea solo yo. Espero que puedan solucionarse en estos días.
Por cierto, me he obsesionado estos días con la canción que les dejo arriba y creo que encaja muy bien con la última parte del capítulo. ¿No creen?
Hasta el siguiente capítulo.

ACSbooks.

De verdad, te amo...  (Segunda parte de "PRIMOS...")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora