— ¡Chica!, ¿cómo has estado en todo este tiempo?
— ¿Sel? ¡Hola! Lamento no haberte escrito antes, me han pasado varias cosas en tan pocos días.
— No me digas que tiene que ver con esa persona por la que tanto suspirabas.
— No, bueno, en parte sí pero...
— Ya me lo contarás después, el motivo por el que te llamo es mucho más importante.
— ¿Sucedió algo malo?
— Algo así, la supervisora me preguntó hoy cuándo volvías.
— Qué extraño, yo hablé con ella antes de irme.
— ¿Quedaron en una fecha exacta?
— Bueno... ahora que lo pienso no fue así. Solo recuerdo que le dije un par de semanas y...
— Hoy se cumple ese plazo, boba.
— Mierda. Justamente hoy...
— ¿Crees que puedas regresar mañana?
— Yo... voy a ver, ¿sí?
— Solo te diré que se veía bastante insistente.
— Maldita sea, ahora no estoy para perder un trabajo...
— Mantenme informada, ¿sí, Allison?
— Claro, Sel, por cierto... gracias.
— De nada, amiga.
Aquella noticia inesperada cayó como agua fría y por un momento no supe cómo reaccionar. Miré al cielo por unos segundos para pensar claramente lo que debía hacer.
¿Realmente es el momento para regresar? No puedo quedarme aquí... al menos no por ahora. Además, ese trabajo es de las únicas cosas que he logrado mantener. ¿Qué pensará Marco? ¿Podrá comprenderme?... Todo ha pasado tan rápido...
Consideré la idea de pedir unos días extras, al menos lo intentaría. Llamé a la supervisora directamente y le comenté la situación. Ella lo llegó a entender pero aun así me dijo que debía regresar mañana. Al final, no pude acceder a su total tolerancia.
Pronto será momento de irme...
Me resigné a la idea y entré a la casa. Mi mamá estaba en el sillón junto a su nieta y noté su sorpresa al verme, quizás por la expresión que traía.
— ¿Estás bien, Allison?
— Sí, bueno, más o menos. Debemos regresar mañana, Aurora, a casa.
— ¿Ya nos vamos?
— Sí, cariño.
— ¿Tan pronto, Allison? Creí que se quedarían más tiempo.
— Sí, yo también lo creí; pero hace un momento hablé con la supervisora y debo cumplir con lo que dijo.
Nadie dijo algo, yo solo me percaté de la desalentadora mirada de mi pequeña. Me acerqué a ella y acaricié su cabello.
— No estés triste, mi amor, no va a ser la última vez que vengamos. Pronto podríamos volver.
— ¿Lo prometes?
Su rostro llegó a resaltar esperanza y un notorio brillo en los ojos.
— Claro que sí; pero... no sabía que te había gustado tanto venir...
— ¡Natt y Lu son muy divertidas! La abuela también y cocina tan rico como tú, mamá; aunque ella me deja comer más postres je je. Marco también es divertido. Me gustó visitarlos a todos.
ESTÁS LEYENDO
De verdad, te amo... (Segunda parte de "PRIMOS...")
Roman pour AdolescentsSegunda parte de "PRIMOS..." La historia de Marco y Allison continúa con una noticia inesperada que los volverá a separar. Las decisiones en la vida no son fáciles y tal vez, en su momento, creemos que sean lo mejor, pero nos traen consecuencias que...