De verdad, te amo... (Segunda parte de "PRIMOS...")

8. Parte 1.

Estábamos nosotras dos sentadas dentro del avión en dirección a ver a mi mamá. Sorprendentemente el padre de la niña no hizo escándalos cuando le dije que iba a irme de viaje por unas semanas, creo ha de saber que nuestro trato por más bajo que esté no debe de afectar a Aurora. Inventé alguna excusa diciendo que él se quedaba por trabajo o cosas así. Cada día me pregunto cómo podría tomar el enterarse que su familia no es tan unida como ella piensa.

Es otra de las culpas por no hacer bien las cosas, Allison.

Es la primera vez que viaja en avión; mis padres antes vivían a unas horas de distancia, claro, cuando aún estaban juntos.

¿Será que heredé la mala suerte en el amor de ti, madre? Sí, claro, no debería culpar a otros de mis errores.

Pese a la sonrisa permanente de mi pequeña; los problemas y el nerviosismo de volver no dejaban de dar vueltas dentro de mi cabeza. ¿De verdad tendré que verlo? Una cosa es a través de una pantalla pero, ¿y si ahora es cuando no quiere verme? Ni siquiera he podido decírselo...

En la última conversación que tuvimos me contó que logró pasar bien aquellos exámenes parciales que tanto le preocuparon. Al preguntarme cómo me había ido no supe qué decirle, así que solo disimulé. Un "todo bien" es lo único que se me podía venir a la mente. Selena antes de partir me aconsejó que hiciera todo lo que dejé pendiente en este lugar.

El problema es que no sé con exactitud lo que dejé sin realizar, solo sé que tengo muchas dudas de lo que pasará dentro de varias horas más.

Miré por unos segundos a Aurora y cientos de pensamientos se resumieron en uno.

Lamento que tengas una madre tan idiota, cariño.

Una leve sonrisa se formó en mi rostro mientras acariciaba suavemente el cabello de mi hija.

Marco's P.O.W

— ¡Por fin!

— Vaya emoción.

— ¿Y tú qué? Siempre estuviste quejándote de los profesores.

— Eran momentos de estrés, además recuerda que aún falta un tiempo más para las vacaciones de fin de ciclo.

— Que manera de arruinar mi felicidad, idiota.

— No te preocupes, ya que Lu puede regresártela y aumentada.

— ¡Cállate!

No desaproveché la oportunidad para molestarla, siempre que la tenga lo haré. ¿Por qué? La razón es porque ella haría lo mismo.

— ¿Te gusta mucho, verdad?

— Me encanta.

— Ja ja eres otra cuando estás con ella, sabes.

— Creo que a todos nos pasa cuando nos enamoramos.

— Eso parece. ¿Y fue difícil al inicio?

— ¿Difícil? No tanto, aunque para ese entonces había empezado a fijarme muy poco en las chicas. Es probable que ella haya sido la causante.

— ¿Ah sí? Vaya...

— Valoro mucho tu amistad, gracias por no ser de esos que te critican tanto por ser cómo eres.

— Que va, Natt. Esos temas no han de ser verdaderos motivos para rechazar o no a una persona. Todos valemos iguales; además, también valoro mucho lo que tenemos.

Ella solo alcanzó a dedicarme una sonrisa ligera. Puedo imaginar que no todos los que llegaron a darse cuenta de su atracción tanto a hombres como a mujeres reaccionaron de la misma forma que yo hace algún tiempo atrás. Aun así estoy consciente que siempre habrá distintas formas de pensar y se respeta; sin embargo, no me quedé callado durante algunos rumores malintencionados en base a mi amiga.