3.

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Lo que pasó ayer es algo que no deja de girar dentro de mi mente. Ha pasado mucho tiempo y en solo un día volvimos a hablar. Tantos días, noches, tantas veces en las que me pregunté qué palabras diría cuando la viera. Todo desapareció y solo me hizo abrirle mi corazón, mis verdaderos sentimientos.

Veo que inconscientemente quería volver a verla.

No obstante, ¿y ahora qué?

Aceptamos nuestros sentimientos mirando a los ojos del otro. ¿Eso cambiará algo? Estamos a miles de kilómetros, cualquiera creería que no. Los deseos de sentir su presencia, de rozarles los labios para que deje de hablar, de rodear su cuerpo otra vez: habían vuelto a mí.

Iba de camino a casa. Normalmente mi madre trabaja hasta la tarde y Ryan consiguió un empleo hace un año atrás donde algunas tardes llega más temprano que otras. Las veces en las que termino estando solo me recuerdan mucho a aquel mes donde sucedieron cosas mágicas debido a la presencia de ella, ya que me hizo sentirme como nadie lo había hecho.

Lo pienso y parece tan lejano habiendo pasado solo cinco años.

Antes de abrir la puerta escribí y envié un mensaje.

— Hey, llegué. ¿Estás libre?

Marco

En el momento de terminar el aseo, el cambio de ropa y de servirme la cena noté que tenía respuesta.

— Claro, llámame.

Allison

¿Esto se volverá algo habitual?

Entonces marqué la videollamada y respondió de inmediato.

— Hola, idiota. Acabo de llegar del trabajo.

No pude responder correctamente ya que traía puesto un sostén deportivo.

— ¿Me escuchas?

— S-Sí, claro.

— ¿Qué miras?

— ¿Có-Cómo? ¿Yo? No miro nada.

— Ajá, claro.

Me dedicó una expresión seria. Se encontraba arreglando algo en lo que parecía ser la cocina.

— Como si no te conociera, idiota.

— ¿Por qué estás así?

— ¿Así? ¿Cómo?

— Vestida así.

— Siempre uso esto cuando estoy en casa. ¿Te molesta?

— Le verdad es que no... solo me sorprendí.

No pensé que volvería a verla de esta manera, y menos que me provocara tal reacción.

— Igual no hay mucho que ver. Créeme que amamantar no es muy agradable debido a cómo te deja el busto.

— Puedo notar que están diferentes.

— ¿¡Enserio se nota mucho!?

Se exaltó y me miró preocupada.

Ups.

— Algo así pero, ¿acaso importa? Las inseguridades son demasiadas cuando hablamos de la imagen o cuerpo de una persona.

— Sabes que es algo que me acompleja.

— Ya lo sé, y seguro ahora lo eres más debido a que estás vieja.

— No estoy vieja, idiota.

— Lo sé, eres hermosa.

Al oírme se quedó en silencio: tal vez no sabía qué decir.

— Y lo más tonto que puedes hacer es acomplejarte por lo que tienes. Hay muchas mujeres más sexys que tú, así como hay muchos hombres más atractivos que yo. Sin embargo, muchas veces has encontrado aspectos en mí que te encantan, lo mismo me sucede a mí.

— ¿Cómo que a ti?

— Pues que me encantas. Tu cuerpo, tu idiotez, tu cara, cabello, tu piel, toda tú. Si no puedes verlo por ti misma te lo diré hasta que puedas creerme.

— Marco...

— Eso sí, depende de ti también el que pongas de tu parte.

— Es que yo...

— Tú eres la idiota.

— Lo sé.

— Ahora déjame probar mi cena.

— Realmente no pensé que me dirías todo esto ahora y menos después de lo que pasó.

— Ha pasado el tiempo y así como tú, yo no dije muchas cosas en ese entonces. Hemos cambiado, pero siéndote sincero espero que lo nuestro no cambie incluso si es que pasa el tiempo.

— No lo hará.

— Eso lo dices ahora pero uno no sabe lo que puede pasar.

— Marco, yo ya no quiero perderte.

— Ni yo quisiera que las cosas vuelvan a arruinarse pero conociéndonos, puedo imaginarme mucho.

— Tendrás que confiar en mí.

— Creo que ya lo he hecho muchas veces.

— Y te decepcioné, lo sé. También sé que soy una idiota y complicada, que solo sirvo para cosas sin importancias y que me he vuelto más fría de actitud.

— ¿Pero...?

— Pero te amo. Te amo mucho y es un sentimiento que sentí hace años, que siento ahora y que sé que sentiré siempre.

— ¿Siempre, de verdad?

— Te amo desde hace años sin verte, yo sé que lo seguiré haciendo por más tiempo.

— Son lindas palabras, sabes.

— Seré más directa esta vez...

— Yo también te amo.

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Hola, aquí un nuevo capítulo aunque un poco corto, lo sé, pero esta semana que viene vuelvo a las clases virtuales. Deséenme suerte jaja. Hasta el próximo capítulo.

ACSbooks.

De verdad, te amo...  (Segunda parte de "PRIMOS...")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora