Al mismo punto.

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La mirada colérica de Aidan estaba fija en T/n que seguía sin inmutarse, se gritó internamente por querer besarla en ese momento al verla bien, sin alguna herida que debiera preocuparle. Se odiaba más por hecho de querer correr a ella como un niño pequeño y decirle cuanto la amaba, pero el recuerdo de su madre caer en el suelo por las acciones de T/n le regresaron el enojo que tenía.

Uno al que debía aferrarse si no quería caer de nuevo como un idiota en las palabras de T/n.

Ella lo miraba esperando a que sugiera hablando, ponerse a gritar con él en ese momento no era lo mejor, solamente aumentaría su frustración y las cosas terminarían peor.

— ¿Terminaste o todavía vas a hablar? — dijo tranquila.

Las palabras que a continuación diría el castaño no era justamente lo que él quería decir.

— ¡Te odio T/n...! ¡Te odio como nunca he odiado a nadie...! ¡Me arrebataste lo más importante para mi...! ¡Para mi jodida vida...! ¡¿Ese era tu maldito propósito?! ¡¿Matar a mi madre?! — T/n abrió los ojos sorprendida por sus palabras, que, supo,  iban con la evidente intención de lastimarla.— Nunca te hice nada T/n... Al contrario... ¡ME ENAMORÉ DE TI...! ¡DEJÉ QUE TE CONVIRTIERAS EN MI TODO...! ¡Y TU ME APUÑALASTE...!

Se recordó varias veces que aquello era normal después de que él hubiera visto como le había disparado a su madre, se lo repetía como si fuera un mantra.

— Aidan...

— ¡VETE AL CARAJO T/N, PÚDRETE...!

Por el rabillo del ojo divisó a su hermano ponerse de pie decidido a calmar las cosas, no le gustaba que alguien le hablara así a su hermana. Tessa lo detuvo poniendo un brazo enfrente.

— ¡No es mi jodida culpa que no tengas padres, que murieran por no se que cosa...! ¡¿Y sabes que?! ¡Te lo mereces...! ¡Por que eres una mierda de persona...!

La sorpresa fue evidente en el rostro de T/n, nunca se imaginó que iría en contra de sus padres, le había dicho casualmente que protegieron a sus padres y por eso murieron, una cosa era que se metiera con su integridad, pero muy diferente a que se metiera con la memoria de sus padres.

Esquivó el golpe que Aidan lanzó, tuvo cuidado de no lastimarla tan seriamente, solamente quería descargar algo de su furia, sabía que ella lo iba a esquivar con facilidad

— ¡Que tus malditos padres estén muertos no quiere decir que me quitarías a mi madre...! — dio el segundo y después trató de tirarla, T/n saltó esquivando su patada y comenzó a sentir las lágrimas inundar sus ojos.

— ¡Te trató como a su maldita hija...! — escuchó su voz romperse — ¡TE ODIO...!

Un nudo se formó en su garganta al escuchar la convicción con la que Aidan había dicho la últimas palabras, eso es lo último que T/n esperaba.

— Ya es suficiente...

— ¡Que bueno que tus padres están muertos para que no vean lo mierda que es su hija...! ¡SU MALDITA HIJA...!

Ya fue suficiente.

Detuvo el puño del castaño estando a escasos centímetros de de su rostro.

—Dijo que ya es suficiente...

Aidan miró como sus pupilas se dilataron mostrando un peligro inminente. Una sonrisa egolatra surcó los labios de T/n, Aidan entendió, que había algo extraño en aquel comportamiento. No entendia como fue qué pasó que cambió de emociones tan rápido. Supo entonces que esa no era T/n.

—Eres idiota.

De una patada lo mandó a la pared del otro lado del lugar causando que se golpeara la espalda con brusquedad. Apolo se levantó preocupado al ver la fuerza con la que habían lanzado a su primo al otro lado del salón.

Protegiendo a la corona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora