Promesa.

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Así o más directa, T/n.

Al saber que se había visto muy dura, trató de solucionarla.

—Y estás en todo tu derecho si quieres gritarme e irte de aquí. No había querido decírtelo porque buscaba otra manera de hacerlo, pero mejor te lo digo como es.

El silencio eclipsó aquellas palabras. No había expresión alguna en su rostro, alguna parte de él ya sabía aquello, pero se había esmerado en no creerlo. T/n se quedó esperando los gritos, las burlas o lo que fuera que pudiera pasar.

Aquel rubio era muy diferente a como ella pensaba. Era impredecible.

— No se por que no me sorprende. Mi padre... Después de la muerte de mi madre, no dejaba de hablar sobre el poder que la corona le daría... Como si pudiera revivir a mamá — dijo con ironía — creo, que de cierto modo ya lo sabía... Pero, no quería creerlo... — miró el cielo. — Perdón T/n.

— No entiendo... Creí que tú...

— ¿Que me enojaría contigo...? — le miró.

—Ab... Si... — balbuceó.

— No. Fue culpa mía... Pero, no entiendo... ¿Para que haría algo así? Él no tendría la corona.

T/n apretó los labios.

— ¿Quien se quedaría con la corona si algo le pasa a Aidan?

— Pues... — la miró — Yo...

T/n asintió despacio.

— Me preocupa a qué grado pueda llegar tu padre con tal de llegar por la corona... Me preocupa que... Te pueda hacer daño...

— Ya veo... — suspiró — Ya ni yo sé a qué grado llegaría mi padre... Y si ese es el caso esto quiere  decir que fue él quien mandó a matar a mi tía hace dos años... Eso quiere decir que mi padre mató a los tuyos...

T/n endureció la mirada.

— Si... Yo también llegué a esa conclusión...

— Lamento haberte arrebatado lo más importante para ti...

— Tu no fuiste. No tenías ni idea, así que no te disculpes.

—¿Cómo puedes hablar de esto con tanta naturalidad y frialdad?

—Matarte no me regresará a mis padres.

—¿Esto cambia nuestra relación?

—Nah... Vas a seguir siendo mi numero 13

—¿Aunque tengas cara de Culo?

—En efecto.

— Gracias por decírmelo T/n...

—Merecías saber la verdad.

***

— ¿Listos?

Theresa miró a T/n y a los príncipes.

—Listos.

—De acuerdo, la nueva generación irá con ustedes...

—¿Cómo?

— Nuestros hijos irán con ustedes a New York... — repitió Víctor — Así estarán más seguros.

— Este es mi asunto. No puedo poner a sus hijos en peligro.

— Somos socios y ya emos decidido. — dijo Christian— Además, Alexander lo ha aceptado...

T/n fulminó al mencionado con la mirada.

—Es más protección para ellos y más ayuda para ti.— señaló Edward.

Protegiendo a la corona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora