Vine por ti...

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En ese momento, Número Uno, era objeto de su cólera y odio. Sostenía con fuerza el dije de Apolo, la mirada del pelinegro fue directo a ella.

-¿De dónde sacaste eso?

T/n sonrió, una sonrisa que demostraba peligro.

-Tu cuello... -lo señaló, después pateó  los restos de lo que alguna vez, había sido el teléfono de Ben -Me parece que te debo uno nuevo...

-¿Ahora resultaste ladrona?  -gruñó.

T/n lo ignoró por completo.

-¿Estuviste ahí...? - habló despacio.

-¿Ahí, donde?

-Donde golpeaban a Gallagher, no te hagas pendejo... - dio un paso a él y él retrocedió.

Ben levantó las manos con precaución.

-Cero...

-¿Si o no Número Uno?

-No.

Por alguna estúpida y extraña razón, le creyó. Si algo sabía de ese idiota, era que nunca mentía. Era como un veraz por nacimiento.

-Tu sabías que lo tenían... - siseó entre dientes.

-Cero...

-¡Lo sabías! ¡Te llegó un puto video para se lo enviaras a Theresa...!

-Cero... No es lo que crees...

-¿Entonces que creo, Uno? -dio otro paso a él-¿Tu lo sabías...? - susurró - ¡¿Tu lo sabías?!

-¡Si...!

T/n se quedó en su lugar por unos segundos. Todo su cuerpo llenándose de cólera en ese momento. Estaba dispuesta a dejar que Cero tomara el control para que le arrancara la cabeza. Ben lo supo. Su mirada gritaba más que peligro, era como un depredador a punto de atacar.

-Cero...

T/n tomó el lápiz que estaba a lado y lo lanzó con fuerza. El grito de Ben resonó en todo la habitación, había lanzado el lápiz con tanta fuerza, que este le traspasó el hombro. Le dio una patada en el pecho haciendo que cayera al suelo con la puerta debajo. Los ojos de T/n estaban completamente oscuros y el aura que emanaba era de completo terror.

-Estás muerto Número Uno.

Ben retrocedió en el suelo mientras sujetaba su hombro. La sangre comenzó a dejar rastro en el suelo blanco.

-Tiene una explicación. Escúchame... -se levantó con un quejido.

-¡Sabias que irían tras él y no dijiste NADA!

Ben atravesó el cristal que dividía el pasillo cuando T/n le dio un puñetazo. Gruñó escupiendo el pedazo pequeño de cristal que se le había metido en la boca. T/n pateó el sillón que se interponía entre ellos sin ningún esfuerzo.

-Te doy una ventaja de tres segundos... ¡Tres...!

Ben se levantó de un brinco y corrió al otro extremo de la sala. Lanzó un lápiz que se encontraba cerca en dirección a T/n. Esta lo detuvo sin siquiera voltear y lo lanzó de regreso. Apenas el chico pudo quitarse, viendo cómo el lápiz se incrustaba en la pared.

Tenía que calmarla para explicarle lo que pasó.

-¡Escúchame...!

Ben se apresuró a rodear la mesa que los separaba, ambos se movían de un lado a otro.

-Tenía que hacerlo... Tu no tienes por qué matarme...

—Por supuesto que no tengo por que matarte. Pero quiero hacerlo.

Protegiendo a la corona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora