Es una niña...

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Isabelle y Aidan entraron a la parte de enfermería de la casa de Ben. Isabelle señaló la camilla.

-Acuestala.

-Tienes que ayudarla.

-Eso haremos, Cinco. Necesito que comiences a quitarle el torniquete que le ha puesto Jace.

Aidan asintió, comenzando a mover los dedos con torpeza y nerviosismo. Escuchó a la pelinegra comenzar a ponerse los guantes de látex.

Aidan sintió una opresión en el pecho al verle la herida a T/n. El aspecto de la misma era peor. Le herida aún sangraba y la parte donde estaba su clavícula comenzaba a ponerse negra.

-El corte fue profundo. -se acercó Isabelle -Y tal parece que se fracturó la clavícula. -miró a Aidan -¿Tan feo la golpeó Apolo?

-Quería matarla. —Respondió sin dejar de ver a T/n. —Le dislocó el hombro, mientras yo estaba peleando con él, ella lo enderezó golpeándose contra una columna.

-Necesitaré cauterizar. De otra manera, la herida no dejará de sangrar.

En ese momento, la puerta se abrió con fuerza, dejando ver a Jonathan y a Theresa detrás.

-Izzy, dime cómo está...

-Ha perdido demasiada sangre, sus signos vitales están bajos y la saturación de oxígeno está debajo del 79%.-contestó mirando el monitor que le había conectado.

Isabelle levantó la mirada en dirección a los demás. Aidan sabía lo que aquello significaba. Y no era nada bueno.

-Necesitará sangre... Mucha...

Jonathan, Cinco y Theresa se ofrecieron, pero Isabelle negó mirando a la rubia.

-No es posible que tú lo hagas, Tessa, recuerda que tú sangre es pura, no es compatible, solo con los tuyos... - Theresa gruñó con exasperasión. - Jace, es posible que funcione. En todo caso, ustedes dos serán de mucha ayuda... - señaló a los chicos.

Aidan volvió a asentir. Odiaba las agujas, nunca le habían gustado, pero si eso era lo necesario para ayudar a salvarla, lo haría sin pensar.

-Jace, ponle el exógeno, yo iré sacando sangre a Cinco...

Aidan siguió a Isabelle mientras la veía preparar la enorme aguja que le sacaría sangre. Tragó con dificultad.

-Puede doler. Cómo un pellizco. Sólo eso.- explicó la pelinegra.

Aidan desvió la mirada cuando Isabelle le ataba una correa y daba golpecitos en su brazo para hacer salir la vena. Cerró los ojos con fuerza al sentir el agudo dolor del metal traspasarle la piel.

Era soportable...

Theresa miró a T/n en la camilla.

—Le dire a Ben que prepare la tina de recuperación.

Aidan dejó de ver cómo le sacaban sangre para ver a la rubia.

—¿El para que cosa de quien...?

—La tina de recuperación. —comenzó a explicar la pelinegra —Tiene una sustancia que sirve como catalizador para acelerar el proceso de curación del cuerpo humano. Los huesos rostros o heridas graves usualmente tardarían meses en sanar, en la tina tardan horas, mínimo dos días.



Su mirada estaba fija en el líquido café que contenía la taza en sus manos. Hace unos minutos que ya se había enfriado. Isabelle había insistido en que Aidan tomara un poco de café, era lo más cercano a algo que lo tranquilizara y lo mantuviera sereno.

Protegiendo a la corona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora